Comparativa transcultural de estrés en estudiantes de Psicología: diferencias entre México y España

Sandra A. Anguiano Serrano, Cynthia Zaira Vega Valero, Carlos Nava Quiroz, Juana Olvera Méndez
Universidad Nacional Autónoma de México, FES Iztacala, México

Resumen

En el presente trabajo se realizó una caracterización de los acontecimientos productores de estrés entre estudiantes de psicologí­a mexicanos y españoles, utilizando la Escala de Acontecimientos Productores de Estrés (EAPE). No se encontraron diferencias significativas entre nacionalidades, a excepción del factor relacionado con «cambio de ocupación o de residencia», siendo un evento de vida más estresante para los españoles que para los mexicanos. En donde se encontraron diferencias significativas, en la mayorí­a de los factores, fue en el género: las mujeres presentaron un mayor grado de estrés que los hombres; estos resultados muestran concordancia con las investigaciones que señalan que las mujeres son más vulnerables al estrés. Los resultados no son concluyentes, aunque dan una posible directriz sobre aspectos importantes del estrés psicosocial. Los estudios de esta naturaleza cobran importancia, debido a que con estos resultados dan la pauta para elaborar programas preventivos para estos futuros profesionales de la psicologí­a.

Palabras clave: acontecimientos productores de estrés, estudio transcultural, estrés psicosocial.

México y España son países que presentan una gran cantidad de semejanzas, tanto de carácter cultural como de índole político y social. Los habitantes de ambos países están sujetos a una gran cantidad de eventos vitales estresantes que los hacen vulnerables a un sinfín de trastornos psicológicos y de salud. La relación entre problemas sociales, familiares, personales y de salud y el número de sucesos vitales estresantes padecidos se encuentra documentada en la literatura. Los eventos vitales, en general, y los estresores de cualquier tipo, son padecidos en mayor medida por quienes pertenecen a las clases sociales más desfavorecidas y viven en situación de inestabilidad económica, violencia familiar o social u otros problemas sociales como el desempleo, la delincuencia, la inestabilidad política, etc. Los bajos niveles de desarrollo económico y social de un país pueden incidir en una mayor exposición de su población a sucesos vitales estresantes, bajos niveles de desarrollo económico y social de un país pueden incidir en una mayor exposición de su población a sucesos vitales estresantes. Aunque México y España tienen muchas similitudes, existen diferencias importantes en cuanto a desarrollo económico y social (ver Tabla 1), y estas diferencias podrían influir en el grado de afectación de estos sucesos. Según datos del banco Mundial (2013) y de Transparencia Internacional (2013), España, cuenta con más altos índices de desarrollo en cuanto a educación y economía. Otro factor importante es la variable de corrupción, en donde se puede apreciar que el índice percibido de corrupción es mucho mayor en México que en España, siendo este un dato significativo, ya que entre más corrupto sea el gobierno de un país, mayores problemas sociales, económicos y políticos existirán, con consecuencias importantes entre los habitantes de ese Estado, y esto se reflejará en varios aspectos, no solo en los mencionados anteriormente, sino también a nivel individual. Probablemente, los habitantes de un país con mayor índice de corrupción y poco desarrollo experimentarán más estrés psicosocial. Uno de los datos que llama la atención, es el índice de desempleo, que según los datos presentados en la Tabla 1, parece que hay mayor desempleo en España que en México, pero una posible explicación de este fenómeno se debe a que en México abunda el empleo informal, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el primer trimestre de 2013, un 28.7% de la población se encuentra en esta situación.

Tabla 1
Indicadores de desarrollo en México y España (2009-2011)

fig1

*Banco Mundial, 2013; **Transparency International, 2013

Uno de los sectores más vulnerable de los estresores psicosociales, es la población universitaria, tanto española como mexicana (Barraza, 2004; Martin, 2007; Soares, Almeida & Guisande, 2011). En las licenciaturas del área de la salud, como medicina, odontología, enfermería y psicología, los estudiantes presentan mayores niveles de estrés, ya que son carreras muy demandantes académicamente (Barraza, 2004; Carmel & Bernstein, 1987; Maruris, Cortés, Cabañas, Godínez, González & Landero, 2012). Por esta razón, el estudio de los eventos vitales estresantes cobra importancia, ya que se tienen evidencias del impacto del estrés vital sobre la vulnerabilidad a las enfermedades; desde un punto de vista fisiológico, el estrés genera emociones en el individuo, como la cólera, la rabia, la depresión, la indefensión, la desesperanza, entre otras, que a su vez activan mecanismos bioquímicos a nivel del hipotálamo, hipófisis y glándulas suprarrenales que deprimen o suprimen la respuesta inmune. (Arias, 2012; Caballo & Simón, 2006; Craig, 1989; Cropley & Steptoe, 2005; Gómez & Escobar, 2002, Harris, 1989; Kendler, Karkoswki & Prescott, 1999; Kop, 1997; Krantz, Kop, Santiago & Gottdiener, 1996; Herrera, Delgado & Lamyau, 2006; Lazarus & Folkman, 1984; Lesniak, Rudman & Elkin, 2006; Link & Shrout, 1990; Molina, Gutiérrez, Hernández & Contreras, 2008; Rozanski, Blumenthal & Kaplan, 1999; Sánchez, González, Marsán & Macías, 2006; Skodol, Dohrewend, , Steptoe & Marmot, 2002; Vázquez, Panadero & Rincón, 2006).

Por otra parte, también existen evidencias de que las personas expuestas a diferentes tipos de acontecimientos vitales frecuentes, desarrollan episodios de distintas clases de trastornos psicopatológicos como ansiedad, depresión, trastornos de pánico, esquizofrenia, entre los más comunes. Existen evidencias de que meses antes de la aparición de ciertas enfermedades, tiene lugar un número excesivo de acontecimientos estresantes (Adams, Boscarino & Galea (2006); Brown & Harris, 1978; Caldera, Pulido & Martínez, 2007; Pagano, et, al., 2005; Regier, Narrow, Rae, Manderscheid, Locke, & Goodwin, 1993; Veyta, González, López, Andrade & Oudhof, 2012; Weaver & Gary, 1993). Al respecto, ciertos sucesos vitales precipitantes o cambios en la vida cotidiana de los individuos actúan en forma inmediata; sin embargo, existen otros, llamados «predisponentes», y que suelen ocurrir en etapas tempranas de la vida y son capaces de propiciar una vulnerabilidad particular hacia el desarrollo de patologías diversas. A estos sucesos también se les llama «crónicos», ya que se trata de problemas, conflictos o amenazas que las personas enfrentan en sus vidas diarias durante largo tiempo. Muchos de estos sucesos se relacionan con los roles sociales y consisten principalmente en dificultades interpersonales, sociales y de género (Maercker, 2004, en: Molina, Gutiérrez, Hernández & Contreras, 2008; Moysén, Gurrola, Peña, Esteban, Balcázar & Garay, 2012;).

En cuanto al sexo, se ha encontrado que durante la edad adulta es más probable que las mujeres padezcan más ansiedad y depresión que los hombres. Es más común que las mujeres perciban como estresantes los sucesos relacionados con la familia y las relaciones interpersonales, en donde también influyen los múltiples «roles sociales» que éstas desempeñan (Matud, 2008). Una de las investigaciones más recientes, propone un modelo experimental realizado con ratas, en el que se señala que las neuronas femeninas son más propensas que las masculinas a reaccionar y desencadenar el proceso del estrés. Aunque se necesita más investigación para determinar si esto se traduce para los seres humanos, estos hallazgos pueden ayudar a explicar por qué las mujeres son dos veces más vulnerables que los hombres de muchos trastornos psiquiátricos relacionados con el estrés (Bangasser, Curtis, Reyes, Bethea, Parastatidis, Ischiropoulos & Bockstaele, et. al., 2010).

El objetivo del presente trabajo fue realizar un análisis transcultural para analizar las diferencias en percepción de acontecimientos vitales estresantes entre estudiantes mexicanos y españoles de la carrera de psicología.

Método

Participantes

Para la selección de participantes se usó una técnica de muestreo no aleatoria de tipo intencional. Todos los involucrados en este estudio aceptaron participar de manera voluntaria. La muestra estuvo compuesta por 243 adultos jóvenes, 164 mexicanos y 79 españoles, 86 hombres y 157 mujeres (que se encontraban estudiando la licenciatura en psicología), con una media de edad de 23 años.

Instrumento de evaluación

Escala de Acontecimientos Productores de Estrés (EAPE) *. Esta escala desarrollada por Caballo (1994), que se derivó de la SRRS de Holmes y Rahe (1967), pero incluyó distintas situaciones contempladas en el Eje IV del DSM-IV y otros ítems generados por un grupo de estudiantes universitarios como «altamente estresantes» (Caballo & Cardeña, 1997), después este instrumento fue adaptado para muestras mexicanas por Delgadillo y Valdez (1998) y posteriormente por Caballo (2003; citado en Golberg, 2004), quien utilizó esta misma escala para realizar una investigación transcultural en países de habla hispana (España, Uruguay, Paraguay, Colombia, Costa Rica, Chile y Argentina).

El EAPE es un instrumento de medición que evalúa la percepción de los individuos sobre situaciones vitales estresantes. Consta de 52 ítems, a los que se contesta con una escala de 1-10, dependiendo del grado de estrés, que produciría al sujeto cada una de las situaciones descritas. De estos 52 ítems se derivan 14 factores (Factor 1. Sufrimiento por agresión personal, Factor 2. Eventos positivos con personas significativas, Factor 3. Retirar derechos básicos personales, Factor 4. Problemas con personas significativas, Factor 5. Mala salud o muerte de personas significativas, Factor 6. Sentirse fuera del grupo social al que se pertenece, Factor 7. Haber sido víctima de abuso y/o maltrato sexual, Factor 8. Cambio de ocupación o residencia, Factor 9. Agresión física del ambiente, Factor 10. Falta de recursos para manejar una situación, Factor 11. Falta de recursos económicos, Factor 12. Eventos negativos con personas significativas, Factor 13. Matar a alguien/dificultades en el trabajo, Factor 14. Cambios importantes en la vida).

Procedimiento

El instrumento anterior fue aplicado en un aula de los respectivos centros de estudio (Universidad Nacional Autónoma de México, FES Iztacala y Universidad de Granada, España). A ambas muestras se les indicó que este tipo de instrumento no iba a ser calificado con respuestas correctas o incorrectas, y que únicamente se pretendía conocer su percepción sobre diferentes acontecimientos o situaciones estresantes. La aplicación del inventario fue en una sola sesión de aproximadamente 15 a 20 minutos. Se les pidió a los participantes que reflexionaran un poco acerca de cada uno de los eventos que aparecen en la escala antes de dar una respuesta. Si un evento de los ahí mencionados ya lo habían experimentado tenían que marcar el grado de estrés que les produjo, en el caso de que no les hubiese sucedido alguno de esos eventos, se les pedía que imaginaran el grado de estrés que les produciría esa situación.

Análisis de resultados

Se utilizó un análisis descriptivo para los demográficos de las muestras, prueba t de student, y la prueba de Tukey para identificar posibles diferencias entre género y nacionalidad.

Resultados

Para este estudio se propusieron tres rangos con los datos obtenidos, con el fin de identificar el nivel de estrés; estos son: de 167-325 puntos (bajo grado de estrés); 326-386 puntos (estrés moderado), y de 387-472 (alto grado de estrés). El promedio obtenido en esta muestra fue de x= 340,82, lo que significa que los participantes del estudio obtuvieron un nivel de estrés moderado, lo que refleja que a nivel grupal, es una muestra normal sin problemas psicológicos severos. Posteriormente, se dividió a la muestra por nacionalidad, aplicando la t de student Los estudiantes mexicanos obtuvieron una puntuación global de 337 y los estudiantes españoles de 344 (ambos en un nivel moderado de estrés). No se encontraron diferencias significativas entre ambas muestras en la puntuación global de estrés percibido. Sólo en el factor 8 (cambio de ocupación o residencia), se hallaron diferencias entre españoles (x= 25.1) y mexicanos (x=22.9). En esta muestra, los españoles se estresaron más ante ese tipo de eventos (t= 2.041, g.l =241, sig= 0.05). Posteriormente, se procedió a realizar el análisis de los factores, por género. En la Tabla 2 se muestran los estadísticos descriptivos para hombres y mujeres.

Tabla 2
Estadísticos descriptivos para hombres y mujeres

fig2

Posteriormente se procedió a aplicar una prueba t, para determinar si existían diferencias entre hombres y mujeres, encontrándose divergencias significativas en la mayoría de los factores, excepto para el factor 5 (Mala salud o muerte de personas significativas) y 14 (Cambios importantes en la vida), tal como se muestra en la Tabla 3. En el resto de los 13 factores, se encontró que las mujeres presentan un mayor grado en la percepción de estrés que los hombres.

Tabla 3
Valores de la prueba t para los diferentes factores

fig3

Conclusiones

Los acontecimientos productores de estrés son situaciones de cambio vital que exigen un reajuste de la conducta del individuo, en tanto que obstaculizan o amenazan las actividades cotidianas de éste. En el caso de los estudiantes universitarios, éstos son proclives a padecer diversos sucesos de este tipo que pueden afectarles en todos los ámbitos, pero particularmente en el académico. Si la población universitaria no cuenta con estrategias adecuadas de afrontamiento para hacerles frente a estos posibles sucesos, esto puede derivar en diversos problemas sociales, de salud y psicológicos. La literatura señala diversas investigaciones que muestran evidencias, que los estudiantes de países subdesarrollados están más expuestos a una mayor cantidad de acontecimientos estresantes, dadas las condiciones económicas y políticas de esos países. Por tal motivo, el propósito del presente estudio fue hacer una caracterización de los acontecimientos productores de estrés en dos muestras de estudiantes de la carrera de psicología (españoles y mexicanos), no encontrándose en esta muestra (a nivel global), diferencias significativas en cuanto al grado percibido de estrés. Sólo se encontró que en el factor 8 (cambio de residencia o ocupación), los españoles se estresan más que los mexicanos. Una posible hipótesis podría ser, que en México y en general en América Latina subsiste de manera frecuente el modelo de familia extendida, y los jóvenes no sienten la presión social de independizarse a una determinada edad, como sí suele suceder en España (Arriagada, 2007).

Aunque las puntuaciones para esta muestra arrojaron niveles de estrés moderado, llama la atención que se hayan encontraron diferencias importantes en cuanto al sexo, hallándose que en esta muestra, las mujeres son más sensibles al estrés psicosocial que los hombres. En esta muestra, las mujeres obtuvieron una puntuación más alta de percepción de estrés en situaciones vitales estresantes, en prácticamente todos los factores con respecto a los hombres (12 de 14 factores), encontrándose que los únicos factores en donde no se hallaron diferencias entre los sexos, fue en el factor 5 (Mala salud o muerte de personas significativas) y 14 (Cambios importantes en la vida), en donde ambos sexos se estresan por igual.

La literatura ha mostrado evidencias empíricas que los eventos estresantes extremos son los que más podrían provocar trastornos psicopatológicos o de salud, tales como la pérdida de personas significativas, las guerras, el terrorismo, los desastres naturales, etc.; sin embargo, aunque en esta muestra la población aparentemente no está expuesta a situaciones extremas, su vulnerabilidad podría aumentar en la medida en que se experimenten mayor número de acontecimientos productores de estrés, y la percepción que se tenga de estos eventos es lo que determinaría las consecuencias de éstos sobre el individuo.

Estos resultados muestran una concordancia con las investigaciones que han señalado que las mujeres son más vulnerables al estrés, aunque hay que tomarse con reserva dado el tamaño de la muestra. Este sólo fue un estudio preliminar; por lo tanto, los resultados no son concluyentes, aunque dan una posible directriz sobre aspectos importantes del estrés psicosocial, sobre todo si se tiene en cuenta, que muchos problemas del estado de ánimo como depresión o trastornos de ansiedad, se dan con más frecuencia en mujeres que en hombres, y se ha encontrado que previo al problema de depresión, hay altos niveles de estrés que no fueron manejados adecuadamente con estrategias de afrontamiento efectivas.

Además, hay que tener presente que como estudiantes de psicología, en un futuro probablemente atenderán casos de este tipo, y que es importante que tengan las herramientas para saber qué hacer no sólo con los posibles usuarios, sino con ellos mismos. Los estudios de esta naturaleza cobran importancia, debido a que con estos resultados se podría pensar en hacer programas preventivos y de intervención para estos futuros profesionales.Se tiene planeado aumentar la muestra y hacer otras mediciones para obtener resultados más confiables.

Referencias

Adams, R., Boscarino, J. & Galea, S. (2006): Social and psychological resources and health outcomes after the World Trade Center disaster. Social Science and Medicine, 62, 176-188.

Arias, W. (2012). Estrés laboral en trabajadores desde el enfoque de los sucesos vitales. Revista Cubana de Salud Pública, 38, 525-535.

Arriagada, I. (2007). Las familias y su vinculación con los mercados. En: J. Astelarra (coord.). Género y cohesión. Madrid: Fundación Carolina.

Banco Mundial (2013). Indicadores del desarrollo mundial. Recuperado en 7 de junio de 2013, de http://datos.bancomundial.org/pais.

Barraza, A. (2004). El estrés académico en los alumnos de postgrado. Revista psicologiacientifica.com. Recuperado en 10 de junio de 2013, de https://psicologiacientifica.com/estres-academico-postgrado/.

Bassanger, D., Curtis, A., Reyes, B., Bethea, T., Parastatidis, I., Ischiropoulus, H., Van Bockstaele, E. & Valentino, R. (2010). Sex differences in corticotropin-releasing factor receptor signaling and trafficking: potential role in female vulnerability to stress-related psychopathology. Molecular Psychiatry. Recuperado en 22 de mayo de 2013, de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2935505/pdf/nihms-203143.pdf.

Brown, G. & Harris, T. (1978). Social origins of depression: a study of psychiatry disorder in women. New York: Free Press.

Caballo, V. & Simón, M. (2006). Acontecimientos vitales estresantes y trastornos psicopatológicos. En L. Oblitas (dir.). Psicología de la salud. México: Plaza y Valdés.
Caldera, J., Pulido, B. &Martínez, M. (2007). Niveles de estrés y rendimiento

académico en estudiantes de la carrera de Psicología del Centro Universitario de Los Altos. Revista de Educación y Desarrollo, 7, 77-82.

Carmel, S. & Bernstein, J. (1987). Perceptions of Medical School Stressors: their Relations hip to Ago, Year of study and Trait Anxiety. Journal Human Stress, 13, 39-44.

Craig, T. (1989). Abdominal pain. En: G. Brown y T. Harris (dirs.). Life events and illness. New York: Guilford Press.

Cropley, M & Steptoe, A. (2005). Social support, life events and physical symptoms: A prospective study of chronic and recent life stress in men and women. Psychology, Health, & Medicine; 10, 317-325.

Moysén, A., Gurrola, G., Margarita, Esteban, J., Balcázar, P. & Garay, J. (2012). Sucesos de vida estresantes y consumo de alcohol en universitarios. Revista de Psicología Nueva Época 2, 1, 58-68.

Golberg, M. (2004). La medición del estrés: Un estudio transcultural. Sociedad de psiquiatría biológica de Uruguay. Recuperado en 22 de mayo de 2013, de http://bit.ly/1aOfNKs
Gómez, B. & Escobar, A. (2002). La psiconeuroinmunología: bases de la relación entre los sistemas nervioso, endocrino e inmune. Revista de la Facultad de Medicina.

Recuperado el 22 de mayo de 2013, de http://www.revistas.unam.mx/index.php/rfm/article/view/12643.

INEGI (2013). Indicadores de ocupación y empleo al primer trimestre de 2013. Recuperado en 10 de junio de 2013, de http://www3.inegi.org.mx/Sistemas/temasV2/Default.aspx?s=est&c=25433&t=1.

Lazarus, R. & Folkman, S. (1984). Stress, Appraisal and Coping. New York: Plenum.

Lesniak,K., Rudman,W., Rector, M. & Elkin, T.(2006). Psychological distress, stressful life events, and religiosity in younger African American adults. Mental Health, Religion & Culture, 9, 15-28.

Matud, P. (2008). Género y salud. Suma Psicológica, 15, 75-94.

Harris, T. (1989). Disorders of menstruation. En: G. Brown y T. Harris (dirs.). Life events and illness. New York: Guilford Press.

Martin, I. (2007). Estrés académico en estudiantes universitarios. Apuntes de Psicología, 25, 87-99.

Molina, T., Gutiérrez, A., Hernández, L. & Contreras, C. (2008). Estrés psicosocial: Algunos aspectos clínicos y experimentales. Anales de Psicología, 24, 353-360.

Kendler, K., Karkowski, L. & Prescott, C. (1999). The assessment of dependence in the study of stressful life events: validation using a twin design. Psychological Medicine, 29, 1455-1460.

Kop, W. (1997). Acute and chronic psychological risk factors for coronary syndromes: moderating effects of coronary artery disease severity. Journal of Psychosomatic Research, 43, 167-181.

Krantz, D., Kop, W., Santiago, H. & Gottdiener, J. (1996). Mental stress as a trigger of myocardial ischemia and infarction. Cardiology Clin-ics, 14, 271-287.

Pagano,Y., Shea, M., Grilo, M, Gunderson, C., Skodol, J., McGlashan, A., Sanislow, T., Bender, Ch., Zanarini, D. & Mary C. (2005). Recent Life Events Preceding Suicide

Attempts in a Personality Disorder Sample: Findings From the Collaborative Longitudinal Personality Disorders Study. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 73, 99-105.
Regier, D., Narrow, W., Rae, D., Manderscheid, R, Locke, B. & Goodwin, F. (1993).

The de facto us mental and addictive disorders services system. Archives of General Psychiatry, 50, 85-94.

Rozanski, A., Blumenthal, J. & Kaplan, J. (1999). Impact of psychological factors on the pathogenesis of cardiovascular disease and implications for therapy. Circulation, 99, 2192-2217.

Sánchez, M., González, R., Marsán, V. & Macías, C. (2006). Asociación entre el estrés y las enfermedades infecciosas, autoinmunes, neoplásicas y cardiovasculares. Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia. Recuperado en 22 de mayo de 2013, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-02892006000300002&lng=es.

Skodol, A., Dohrenwend, B., Link, B. & Shrout, P. (1990). The nature of stress: Problems of measurement. En: J. Noshpitz y R. Coddington (dirs.). Stressors and the adjustment disorders. New York: Wiley.

Soares, A., Almeida, L., y Guisande, M. (2011). Ambiente académico y adaptación a la universidad: Un estudio con estudiantes de 1er. curso de la Universidad do Minho.

Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, 2, 99-121.

Transparency International (2013). Corruption Perception Index. Recuperado en 7 de junio de 2013, de http://archive.transparency.org/policy_research/surveys_indices/cpi.

Steptoe, A. & Marmot, M. (2002). The role of psychobiological pathways in socio-economic inequalities in cardiovascular disease risk. European Heart Journal, 23, 13-25.
Veytia, M., González, A., López, N, Andrade, P. & Oudhof, H. (2012). Depresión en adolescentes: El papel de los sucesos vitales estresantes. Salud mental, 35, 37-43.

Recuperado en 22 de mayo de 2013, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S018533252012000100006&lng=es&tlng=es.

Weaver, G. & Gary, L. (1993). Stressful life events, psychosocial resorces and

depressive symptoms among older African American men. Urban League Review, 16, 45-56.

Citar:

Anguiano, S. A., Vega, C. Z., Quiroz, N. C. & Overa, J.(2013,  17 de septiembre). Prevalencia de acontecimientos productores de estrés en estudiantes de psicologí­a: estudio piloto transcultural. Revista PsicologiaCientifica.com, 15(15). Disponible en: https://psicologiacientifica.com/prevalencia-acontecimientos-productores-estres-estudiantes

3 comentarios en «Comparativa transcultural de estrés en estudiantes de Psicología: diferencias entre México y España»

Deja un comentario