El duelo del aborto en adolescentes

Claudia Lizeth Ibarra Martínez
Universidad Xochicalco, México

Resumen

Este estudio propone un enfoque terapéutico dirigido a adolescentes que han experimentado un aborto, considerándolo como una forma de pérdida. Siguiendo la teoría del duelo de Neimeyer, se desarrollan sesiones que abordan temas y ejercicios vinculados a distintos aspectos del aborto. Estas intervenciones no solo facilitan un procesamiento más sano del duelo, sino que también fomentan la creación de nuevas perspectivas y creencias en áreas de la vida afectadas por esta experiencia. La metodología grupal se implementa para aprovechar los beneficios curativos de la interacción colectiva.

Palabras clave: aborto en adolescentes, duelo, síndrome post aborto, terapia grupal, Neimeyer.

En la actualidad, múltiples investigaciones citan las secuelas emocionales relacionadas con el duelo del aborto en adolescentes. Estas manifestaciones, como pesadillas, culpa, y tristeza, entre otros, son tan significativas que algunos autores las denominan como el Síndrome Post Aborto (Schnake, 2000).

Cabe, además, mencionar el grado de disposición que marcan las estadísticas hacia suicidios, depresión y estrés en mujeres que han vivido abortos en su adolescencia (Reardon, 1993)

El propósito de este Proyecto es proporcionar un espacio a un grupo de adolescentes que han tenido un aborto, para compartir y superar las secuelas emocionales que se originaron a partir de este suceso de su vida.

Objetivos

General

– Favorecer la elaboración del duelo, proporcionar un ambiente empático a los integrantes y promover los factores curativos de grupo.

Específico

– Hacer un cuestionario a los miembros del grupo, de las características y del estado en el que se dio cada uno de los abortos.

El duelo del aborto en adolescentes

Duelo: «Proceso personal cuyo reto fundamental es el intento de reconstruir nuestro mundo de significados» (Neimeyer, R.).

La anatomía del duelo

Estas son las fases de un proceso típico de duelo. Inicia con la anticipación o el conocimiento de la muerte del ser querido y se desarrolla a lo largo de una etapa vital de ajustes consecuentes (Neimeyer, 2000)

Evitación. La realidad de la pérdida puede ser imposible de asimilar, lo que puede evitar la plena conciencia de una realidad.

Asimilación. A medida que vamos absorbiendo gradualmente el impacto de la perdida, después de quedar desprotegidos por la conmoción y una vez externalizadas nuestra ira y evitación, empezamos a experimentar soledad y la tristeza con toda su intensidad, aprendiendo las duras lecciones de la ausencia.

Acomodación. Finalmente, la angustia y tensión característica de la fase de asimilación empiezan a ceder en la dirección de una aceptación resignada (Neimeyer, 2000).

Los desafíos del duelo del aborto en adolescentes

Neimeyer ha reformulado y desarrollado un conjunto de desafíos que la persona debe afrontar, haciéndolo de maneras diferentes en función de los recursos de los que dispone y de la naturaleza de la pérdida que ha sufrido. De este modo, las pérdidas significativas plantean una serie de desafíos continuados, a los que volvemos una y otra vez en etapas posteriores del viaje de la vida (Neimeyer, 2000).

1. Reconocer la realidad de la pérdida. Este desafió nos obliga a aprender la lección de la pérdida a un nivel intensamente emocional, a través de una serie aparentemente interminable de confrontaciones con las limitaciones que nos impone el daño que hemos sufrido, la ausencia de nuestro ser querido o la desaparición de un rol valioso que ayudaba a definir nuestra identidad.

2. Reconocer la realidad de la pérdida. Este desafió nos obliga a aprender la lección de la pérdida a un nivel intensamente emocional, a través de una serie aparentemente interminable de confrontaciones con las limitaciones que nos impone el daño que hemos sufrido, la ausencia de nuestro ser querido o la desaparición de un rol valioso que ayudaba a definir nuestra identidad.

3. Revisar nuestro mundo de significados. La experiencia de una pérdida importante suele minar las creencias y presuposiciones que habían sido hasta ese momento los ladrillos que sustentaban nuestra filosofía de la vida. Al enfrentarnos a un mundo que puede parecernos aleatorio, injusto, o incluso malévolo, podemos responder de diversas maneras, que determinan en última instancia como nos adaptamos a la pérdida nosotros mismos y quienes nos rodean.

4. Reconstruir la relación con lo que se ha perdido. Especialmente en los casos de muertes de seres queridos o de rupturas relacionales, los individuos afectados pueden sentirse obligados a «olvidar» a la persona que han perdido, partiendo de la idea equivocada de que deben «seguir adelante sin mirar atrás». La muerte transforma las relaciones, en lugar de ponerles fin.

5. Reinventarnos a nosotros mismos. En sentido casi literal, una parte de nosotros muere cada vez que perdemos a un ser querido. La necesidad de reinventarnos también está íntimamente relacionada con la revisión de nuestro mundo de presuposiciones. A medida que vamos aprendiendo las lecciones de la pérdida, podemos afrontar nuestra vida con otras prioridades, con un criterio más claro respecto a lo que es importante y lo que merece que le dediquemos nuestra atención (Neimeyer, 2000).

A continuación se presenta un cuadro realizando una comparación entre la propuesta de este proyecto y los desafíos del duelo de Neimeyer.

Tabla 1
Cuadro comparativo Neimeyer, Ibarra

aborto en adolescentes

Técnicas psicoterapéuticas

Con la intención de llevar a las participantes a afrontar los desafíos del duelo de Neimeyer, a través de una serie de procesos más específicos elegidos de acuerdo con el proceso de duelo en un aborto, se eligió utilizar las Técnicas Gestálticas y Cognoscitivistas, específicamente la Terapia Racional Emotiva de Albert Ellis.

La situación de un aborto está rodeada de una serie de prejuicios sociales, que la persona puede asimilar de diferentes formas, la visión cognoscitivista subraya la importancia de identificar estas creencias erróneas y compararlas con la realidad, mientras se logra un mejor manejo de las emociones, lo cual es fundamental en estas circunstancias. En la Psicoterapia Gestalt, Perls con «el aquí y el ahora» evidencia que el pasado es solo eso y no debe ser utilizado para justificar la manera en que nos manejamos en el presente. El método de la silla vacía, permite expresar los sentimientos escondidos, y movilizar las fuentes y capacidades de la persona en duelo, y continuar su desarrollo en nuevas direcciones, además de promover los factores curativos de grupo. Son estas las razones principales por las cuales se eligieron estas técnicas.

Gestalt

El enfoque psicoterapéutico que propuso Perls gira sobre dos puntos clave:

1. La concepción del individuo como totalidad (Gestalt). Más aún, la realidad es una Gestalt que abarca al individuo (el organismo), sus necesidades y su medio.

2. El énfasis en el aquí y ahora. El pasado y el futuro solo son importantes en cuanto a conductas, pensamientos o sentimientos actuales, es decir, que están ocurriendo en el momento presente.

Según Perls, el hombre tiende de un modo natural a completar su existencia. Sin embargo, la Gestalt puede quedar incompleta, repitiendo la persona asuntos inconclusos del pasado en el presente, sin dejar que nuevas figuras afloren (aquí utiliza Perls el concepto de figura y fondo de la psicología gestáltica de la percepción). Los bloqueos que impiden alcanzar una plena integración son de cuatro tipos:

1. Retroflexión. Una función dirigida desde la persona hacia el mundo cambia de dirección y se dirige a la propia persona.

2. Desensibilización. Pérdida o disminución del impacto sensorial en uno mismo.

3. Introyección. La persona copia a otros significativos sin asimilación ni integración con el mismo.

4. Proyección. La persona atribuye a otros los atributos que rechaza o teme de si mismo.

Una de las labores fundamentales del terapeuta gestáltico, en su tarea de ayudar a las personas a superar esos bloqueos, es promover el «darse cuenta»: la conciencia total sobre uno mismo y el medio, sobre el fluir de las emociones y el sentir el aquí y ahora. La continuidad del darse cuenta supone la primacía del presente. Esta primacía del presente es un elemento esencial de la terapia gestáltica: ayuda al paciente a alejarse de los «por qué», y acceder al «para qué» y «cómo» de su comportamiento. El terapeuta ayuda a evitar la verborrea, la especulación y las interpretaciones sin fin, considerando que estas son incompatibles con la captación de las experiencias inmediatas.

Un punto muy importante de esta terapia es el de la valoración de la responsabilidad, por el que se invita a la persona a hacerse responsable de su conducta –pensamientos, sentimientos y acciones-, incluso si esta es negativa.

Entre los ejercicios terapéuticos de la Gestalt están:

La Silla Vacía: Se trata de situar frente a la persona una silla vacía donde se coloca imaginariamente a la persona con la que tenga el conflicto o bien un aspecto de sí misma rechazado, estableciendo un diálogo que le lleve a la resolución del conflicto o a la integración del aspecto rechazado.

Otro de los recursos con los que cuenta el terapeuta gestáltico son las fantasías dirigidas que nos sirven para explorar temores, darnos cuenta de lo que nos pasa y, a menudo, a encontrar soluciones a situaciones aparentemente sin salida. (Martorell, 1996).

Cognoscitivismo

Terapia Racional Emotiva: A. Ellis. El objetivo de esta terapia es la manipulación de los procesos cognitivos disfuncionales, representados en actitudes irracionales y sistemas de creencias irracionales, asociados a conclusiones falsas.

Para lograr este objetivo, Albert Ellis sustituyo la escucha pasiva por una actitud claramente activa y directiva, con la que establecer el diálogo con el paciente acerca de las ideas y creencias, es decir, su filosofía, en las que este basa su comportamiento.

Detrás de este planteamiento está la consideración de que el pensamiento y la conducta irracionales pueden ser combatidos directa y conscientemente. Para la terapia racional emotiva, las alteraciones psicológicas se explican por la tendencia de los seres humanos a realizar evaluaciones de carácter absoluto y dogmático que dan lugar a un conjunto de creencias irracionales.

En lo referente a las emociones, Ellis propone que entre los hechos y la emoción se da una autocharla, es decir, que la persona se dice algo a sí misma, interpreta el suceso y de ahí proviene la emoción, no del propio suceso. A esto llama Ellis el modelo ABC:

A: Hechos y sucesos
B: Autocharla
C: Emociones

Las técnicas terapéuticas de Ellis se basan principalmente en la discusión de las creencias irracionales. Los aspectos lógicos y filosóficos son muy tenidos en cuenta. La discusión que propone Ellis se realiza a través de cuatro estrategias:

1. Detectar las creencias irracionales, particularmente las que se expresan como «debería».

2. Debatir con el paciente hasta el momento en que este reconozca tanto la inexactitud de sus creencias irracionales como la verdad de las alternativas racionales.

3. Diferenciar entre valores relativos (deseos) y absolutos (necesidades).

4. Definir mejor verbalmente los términos que afectan sus creencias.

El haber sido eficaz en el trabajo terapéutico supone haber demostrado al paciente que él origina su perturbación y haberle convencido de que logre en su lugar un conocimiento más eficaz (Martorell, 1996).

Creencias Irracionales básicas

1. La idea de que es una necesidad extrema para el ser humano ser amado y aprobado por cada persona.

2. La idea de que para considerarse a uno mismo valioso se debe ser competente, suficiente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles.

3. La idea de que cierta clase de gente es vil, malvada e infame y que deben ser seriamente culpabilizados y castigados por su maldad.

4. La idea de que es tremendo y catastrófico el hecho de que las cosas no vayan por el camino que a uno le gustaría que fuesen.

5. La idea de que la desgracia humana se origina por causas externas y que la gente tiene poca capacidad, o ninguna, de controlar sus penas y perturbaciones.

6. La idea de que si algo es o puede ser peligroso o temible se debería sentir terriblemente inquieto, por ello, deberá pensar constantemente en la posibilidad de que esto ocurra (PSINET, 2003).

Auto-aceptación Incondicional. Él dice que en la TRE, nadie es rechazado, aun sin importar cuán desastrosas sean sus acciones, y debemos aceptarnos por lo que somos más que por lo que hemos hecho. Una de las formas que menciona para lograr esto es convencer al paciente de su valor intrínseco como ser humano. El solo hecho de estar vivo ya provee de un valor en sí mismo (Martorell, 1996).

Factores curativos de grupo

«Una alegría compartida es doble alegría, una preocupación compartida es media preocupación». Este viejo refrán expresa la esencia del trabajo de duelo en grupo. Poder compartir los sentimientos con otros es crucial para el crecimiento de una persona. Así que hay muy poca duda de que sí existe un beneficio de estar en un grupo de duelo. (Leick, 1991).

Algunas de las personas que viven un duelo no resuelto sienten que si comienzan a llorar, no podrán detener sus lágrimas. En el grupo, ellos son testigos, una y otra vez, de que aquellos que liberan sus lágrimas solo pueden llorar por un máximo de diez o quince minutos. El cuerpo se relaja y el llanto cesa. Este ejemplo muestra como el grupo de duelo provee un marco para el trabajo de duelo que en manera individual no sucede (Leick, 1991).

Para la mayoría de la gente, el grupo se convierte en un refugio donde hay lugar para emociones y donde hay ayuda para comprender la confusión que puede surgir durante el trabajo de duelo. Un proceso saludable de duelo retoma las emociones para poderlas dejar ir. La atmósfera de grupo provee apoyo en este proceso (Leick, 1991).

Actividades propuestas

Sesión inicial

El objetivo de la primera sesión fue clarificar los lineamientos y objetivos del grupo e iniciar un proceso de identificación entre los miembros de este.

Después de establecer estos lineamientos, cada participante tuvo oportunidad de presentarse ante los demás miembros del grupo.

– Inventario de Datos Generales.

Al final de la sesión inicial se tomó un tiempo para que las participantes llenaran el inventario de datos generales. El objetivo fue identificar diferencias e igualdades en las formas en que se presentaron cada uno de los abortos.

– Compartir su historia.

Cualquiera tiene una necesidad natural de hablar acerca de una situación estresante. La experiencia se puede comparar a una carga. Entre más detalles obtengamos, lo más que liberamos la carga. En un suceso traumático, frecuentemente relatamos nuestra experiencia muchas veces para deshacernos de la carga. Es importante comenzar prácticamente todos los cursos de terapia de duelo, al pedir a nuestros clientes que recuenten la pérdida en detalles. Esto da una excelente base para detectar el anclaje del paciente y planear las siguientes intervenciones, considerando un anclaje como los estímulos que provocan reacción de ansiedad (Leick, 1991).

La investigación sugiere que la capacidad para compartir con otras personas los propios sentimientos e historias sobre la pérdida tiene propiedades curativas. Los supervivientes de acontecimientos traumáticos que pueden confiar a otros su experiencia presentan mejoras en su salud física y psicológica, van menos al médico, tienen menos signos de estrés y dicen sentirse menos deprimidos y superados por su desgracia (Neimeyer, 2000).

– Descripción fenomenológica

En esta sesión se tomó un tiempo para que cada participante explicara en forma detallada la forma como vivieron su aborto y de los sentimientos más presentes cuando hablaran del tema.

Entre las reacciones más predominantes que surgieron en esta intervención a través del discurso, puedo mencionar:

1. Tania expresó que lo que más le preocupaba de su aborto era el temor de que su madre nunca la perdonaría

2. Beatriz platicó como ella tenía mucho enojo con ella misma por haber tomado la decisión y con su madre por apoyar el aborto.

3. Diana y Sonia mencionaron sentir mucha culpa de continuar en las drogas durante el período de su embarazo.

4. Hilda compartió acerca de su vergüenza de no ser lo que su familia esperaba y como «su mamá la hizo decidir entre su novio y el bebe».

Tania representó una silla vacía en la que le pedía perdón a su mamá por el aborto. Después de terminar el ejercicio Tania expresó que se daba cuenta que era posible que su madre la perdonara. Antes de terminar la sesión, las demás compartieron como se vieron identificadas con el proceso de esta participante.

Culpa

«Según el ciclo Gestalt, la culpa altera el eje de la Responsabilidad y el Remordimiento, el eje del Respeto. De hecho, quien culpa no se responsabiliza y quien tiene remordimiento no se respeta» (Salama, 2003).

La gente que ha tenido una pérdida, encuentran que llevar una vida no con dolor, sino con alegría y crecimiento trae emociones de culpa y vergüenza. El sentimiento de dejar atrás la muerte puede ser un obstáculo para invertir su energía en una nueva vida (Leick, 1991).

Es paralizante cuando alguien siente que está dejando atrás a la persona que han perdido, si disfruta de sí misma y olvida su duelo. Los sentimientos de culpa pueden crecer aún más si alrededor esperan cierto comportamiento, si el que ha sufrido la pérdida no vive de acuerdo con estas expectativas es considerado como superficial. Cuando los sentimientos de culpa retienen la energía dirigida a la persona muerta, puede inhibir un proceso de duelo saludable (Leick, 1991).

– Descripción fenomenológica

Durante este proceso se realizó un ejercicio de comparación del deber y el querer. Se revisaron las creencias de cada persona con respecto a lo que la sociedad piensa de una mujer que ha tenido un aborto, contrastado con lo que ellas han aprendido de la experiencia.

El ejercicio consistió en hacer una lluvia de ideas donde todas dieron su opinión acerca de adjetivos que utiliza la sociedad y lo que ellas han escuchado acerca de una mujer que ha abortado, resultaron palabras como: «asesina», «irresponsable», «mala», etc. Cada persona hizo su propia lista de adjetivos por escrito en el lado izquierdo de una hoja horizontal. Hubo oportunidad de compartir como cada palabra estaba cargada de sentimientos, después de discutir acerca el origen de estas creencias, ellas llegaron a reconocer como, en ocasiones, su propia familia las había llamado con estos adjetivos.

La segunda parte del ejercicio consistía en formular creencias que quiero yo tener acerca de mí como una mujer que ha vivido un aborto. Al igual que en la primera parte del ejercicio, el grupo hizo una lluvia de ideas, y después cada quien reformuló su propia lista por escrito al lado derecho de la misma hoja. Resultaron frases como: «soy una mujer con experiencia», «soy más sabia», «prudente», etc.

Al final, cada participante rompió el papel de la parte izquierda de la hoja con los adjetivos de la primera parte del ejercicio, representando cómo renuncian a las creencias que no eran productivas para su vida. Esta parte final estuvo fue muy simbólica, el grupo permitió tomar esto como una descarga de energía y un desprendimiento de todo aquello que he creído de cada una por mucho tiempo, pero sé que no quería ser.

Relación de pareja

A diferencia de parejas de corto tiempo que se van de la memoria de una mujer, el hombre que participó en el embarazo permanecerá anclado en su mente. Las mujeres que han tenido abortos hablan de cómo comunicaron a sus parejas estar embarazadas o cómo omitieron dar la noticia. Algunas hablan de falta de apoyo, abandono o decisiones difíciles que hechas juntos fortaleció la relación (De Puy et al, 1997).

El pensar en el padre despierta sentimientos de enojo en algunas mujeres. Su enojo, sin embargo, no es necesariamente dirigido a un hombre específico. En su lugar, pueden sentir enojo acerca del hecho de que biológicamente han sido encargadas con la responsabilidad del control de la natalidad, y físicamente deben lidiar con las ramificaciones de un embarazo no deseado. (De Puy et al, 1997).

Aun cuando los hombres expresaron gran emoción acerca de un embarazo no deseado, síntomas de depresión son raros en hombres después de un aborto, sugiere el investigador P. Benvenuti (De Puy et al, 1997).

El hecho de que el embarazo sea una experiencia diferente para la mujer que para el hombre, puede dejar a la mujer aislada mientras pasa por una serie de emociones con respecto a su compañero. Aun cuando la mujer recibe apoyo emocional de su compañero, ella camina sola en su embarazo; es su embarazo, su aborto y su cuerpo (De Puy et al, 1997).

– Descripción fenomenológica:

En el proceso de Relación de Pareja, el grupo tomó un tiempo para compartir la reacción de su pareja ante el embarazo y aborto.

1. Sonia expresó tener mucho enojo con su pareja por cuestionar que el bebé fuera suyo cuando ella le informó de su embarazo, y por manifestarse feliz de que hubiera tenido el aborto. Mientras Sonia relataba la reacción de su pareja, sostenía una almohada entre sus manos que apretaba con fuerza cuando mencionaba las frases que su pareja dijo que más la hacían enojar.

2. Tania tuvo un aborto espontáneo después de un golpe que le dio su pareja. Aun así, ella permaneció en la relación con él hasta antes de llegar a Casa by the Sea. Tania mencionó que todavía deseaba continuar su relación con él.

3. Diana tuvo también un aborto espontáneo y compartió que su pareja no la apoyo, ni continúo la relación con ella después de saber la noticia.

4. Hilda comentó tener apoyo de su pareja antes y después del aborto.

5. Beatriz mencionó no tener apoyo de el ni antes ni después del aborto.

Sonia y Diana golpearon almohadas para representar la liberación de su enojo contra su pareja. Sonia lloró mientras hacía esto y golpeaba con mucha intensidad.

Después de esto, se tomó un tiempo para hablar del tipo de relaciones que formaron después de su aborto. Cuatro de ellas mencionaron como les fue más fácil tener relaciones de un solo día después de su aborto.

Relación paterna

Por fortuna han pasado los días en que se ignoraba o minimizaba la contribución del padre al desarrollo de sus hijos. Asimismo, los psicólogos emprenden más investigaciones acerca del rol del padre en la vida del niño.

Los hallazgos de tales investigaciones señalan la importancia de una paternidad sensible y afectiva. En el primer año de vida se establecen lazos estrechos entre los bebés y los padres, quienes ejercerán una gran influencia en el desarrollo social, emocional y cognoscitivo del hijo.

Los padres también pueden influir más que las madres en el desarrollo cognoscitivo de los hijos. Cuanta más atención preste un padre a su hijo, más inteligente, alerta, curioso y alegre se mostrará entre los cinco y los seis meses. Los niños que crecen sin padre se retrasan en su proceso cognoscitivo frente a los que se crían con los dos padres, aun cuando en ambos casos la madre actúe de igual manera. Este hallazgo puede reforzar las evidencias de que el padre es muy importante en el desarrollo cognoscitivo o mostrar que crecer en un hogar con un sólo padre acarrea desventajas económicas o sociales.

Los padres, más que las madres, parecen ayudar a desarrollar la identidad de género y el rol de género, proceso por el cual los niños aprenden los comportamientos que la sociedad considera apropiados para cada sexo (Papalia, 1997).

Algo notorio dentro de esta muestra es que tres de las personas provienen de una familia divorciada y dos son adoptadas; no teniendo ninguna de ellas una figura paterna constante en sus vidas. Dada la situación, se propuso a las participantes revisar sus creencias acerca de la paternidad y del hombre. Tomando esto como base para que cada quien formulara una lista de características de la persona con la que quieren formar una relación de pareja.

– Descripción fenomenológica

En esta sesión las participantes evaluaron su relación paterna.

1. Tania habló de cómo nunca tuvo una figura paterna. Y se dio cuenta de que eso le ha afectado en su necesidad de buscar aceptación de los hombres.

2. Hilda y Diana, compartieron haber vivido con sus padres solo por unos años en su infancia antes del divorcio de su familia.

3. Beatriz nunca vivió con su padre biológico, considera a su padrastro como su figura paterna, se dio cuenta de que hay muchas cualidades en su padrastro, que ella espera de un hombre.

4. Sonia nunca conoció a su padre biológico, siempre vivió con sus padres adoptivos.
Las participantes tomaron un tiempo para hacer una lista por escrito de las características de la persona con la que quieren formar una relación de pareja. Ellas mencionaron palabras como «fiel, amoroso, respetuoso, etc.». Al finalizar de redactar su lista, cada participante leyó frente al grupo sus resultados anteponiendo «yo merezco una pareja…» antes de cada característica.

Varias reportaron como fue importante para ellas el reformular sus creencias al escuchar de sus mismas palabras, merecer una pareja de características positivas.

Sexualidad y autodescubrimiento

«Me atrevo a decir que tal vez esta vulnerabilidad que sentimos al estar desnudos, posiblemente sea la vivencia de darnos cuenta de que somos mortales, sin disfraces, sin máscaras de eternidad, estamos ahí y solo nos tenemos a nosotros mismos sin poseer a nadie más» (Ramírez, 2002).

La sexualidad es una parte inherente al ser humano, que nos posibilita a sentir, tocar, contactar, que nos acerca a los otros, que favorece la armonía desde el adentro hacia el afuera, que le da sentido a nuestros sueños, a nuestra vida y que con las demás sexualidades nos potencializa para poder amar, nos nutre, fortalece y nos contacta con el cosmos (Ramírez, 2002).

– Descripción fenomenológica

En este proceso, a las participantes se les asignó una tarea una semana antes de reunirse el grupo. La tarea consistió en diariamente observar su cuerpo durante la ducha y encontrar cualidades positivas de este, mientras acariciaban su piel.

La semana después el grupo se reunió y compartió sus experiencias con la tarea:

1. Beatriz, Diana, Sonia y Hilda compartieron que el ejercicio les permitió sentirse mejor acerca de su cuerpo, aceptarlo mejor y les dio oportunidad de mejorar su autoconcepto.

2. Tania mencionó que tuvo dificultad con el ejercicio, que no acostumbraba a verse desnuda, después reconoció que le pareció positivo encontrar buenas cualidades de su cuerpo.

Después de comentar los resultados de la tarea, las participantes tomaron un tiempo para hablar acerca de que tan fácil es para ellas dar y recibir afecto físico.

Hilda dio retroalimentación a Beatriz y Tania de cómo las percibía con dificultades al momento de enfrentar contacto físico entre las mismas participantes. Al mismo tiempo, reconoció que es una situación que para ella tampoco es fácil.

Relación materna

Cuando la madre está cerca, su hijo la mira, le sonríe, le habla, gatea hacia ella. Cuando ella lo deja, él llora; si regresa, grita de alegría. Cuando se asusta o está triste se cuelga de ella. Entonces el bebé ha creado su primer vínculo.

El vínculo es una relación activa, de afecto recíproco y duradero entre dos personas. En círculos no científicos se denomina amor. La interacción continua de las dos personas refuerza el vínculo. Quizá, «una parte primordial del plan básico de la especie humana es que los infantes desarrollen vínculos afectivos con una figura maternal», la cual no necesariamente es la madre biológica; puede ser una persona que le brinde los cuidados básicos. (Papalia, 1997)

Test de Completamiento de Frases de Sacks (SSCT): Este Test selecciona frases que exploran áreas significativas de la adaptación del individuo, o bien, en situaciones especiales, se utiliza el test con el fin de investigar algún conjunto específico de actitudes (Bellak, 1987).

– Descripción fenomenológica

La instrucción en esta sesión fue que las participantes completaran las frases incompletas relacionadas con actitud frente a la madre del Test de Completamiento de Frases de Sacks (SSCT). (Bellak, 1987). Los ítems utilizados son los siguientes:

1. Mi madre…

2. Mi madre y yo…

3. Creo que la mayoría de las madres…

4. Me gusta mi madre, pero…

Cada participante respondió verbalmente al ítem número uno, y lo escribió en un papel, después cada una comento su respuesta al número dos, y así sucesivamente.

Después de responder a los cuatro ítems, cada participante hizo comentarios acerca de cómo perciben su relación con su madre.

1. Hilda compartió como con el ejercicio, se dio cuenta de que es fácil para ella juzgar a su madre constantemente, y tiende a tomar el rol de madre en la relación.

2. Sonia comentó como piensa que su madre es sobre protectora, y reacciona exageradamente a muchas situaciones, lo que la frustra. El ejercicio la ayudo a darse cuenta de que no reconoce ni comunica a su madre las cualidades que admira de ella.

3. Diana mencionó como es fácil para ella alejarse de su madre cuando tienen algún conflicto.

4. Beatriz y Tania estuvieron de acuerdo que no siempre muestran su afecto a su madre.

Carta

La mayoría de las personas encuentran el escribir cartas a la persona que han perdido es una experiencia fuerte y significativa. Es un método que hace posible sacar y trabajar con las emociones del duelo en una manera creativa. Cuando los participantes leen las cartas frente a su grupo, hacen contacto una vez más con esas emociones, aunque esta vez con menos caos.

Escribir cartas puede ser utilizado en muchos contextos. Una persona en duelo puede estar detenida en una emoción de culpa, enojo o pérdida. Las cartas pueden ayudar a separar los sentimientos. Reduce los miedos y beneficia su autoestima. Es una ayuda para acomodar los pensamientos y sentimientos respecto al pasado, para decir gracias por lo que se ha recibido y adiós a lo que se ha perdido.

La sociedad actual, quedan pocos rituales, la escritura de cartas puede ser un ritual de la actualidad que apoya la forma natural del duelo en una forma significativa (Leick, 1991).

– Descripción fenomenológica

Se les pidió a las participantes que una semana antes de reunirnos tomaran el tiempo de escribir una carta dirigida a su bebe, expresándole todas las cosas que siempre hubieran querido decirle, si deseaban pedirle perdón, si era explicar su decisión, o darle gracias por lo que han aprendido gracias a él.

Diana e Hilda presentaron su carta a la semana, las leyeron en voz alta para el grupo, y mencionaron como les ayudo para disminuir su culpa, para clarificar sus pensamientos y emociones.

Las demás participantes no escribieron su carta en el plazo determinado, pero tomamos un tiempo para compartir que las detenía de escribirla. Beatriz, Tania y Sonia comentaron que parte de su resistencia era el temor a reconocer al feto como persona. Aun así, gracias al buen resultado que Diana e Hilda reportaron, las personas que no escribieron su carta se comprometieron a hacerlo en un término de una semana.

Una semana después, Beatriz, Sonia y Tania presentaron sus cartas al grupo y las leyeron en voz alta. Reportaron también disminución en su culpa, y clarificación de sus ideas.

Los tópicos principales en las cartas de las participantes fueron: pedirle perdón al bebe, explicación de su decisión, creencias acerca de la muerte, la divinidad y el alma.

El ritual del duelo en fantasía

La fantasía podría tener una influencia poderosa en nuestras vidas. Freud descubrió este poder cuando relaciono las fantasías de la infancia con las de la edad adulta: «Cada fantasía por separado contiene la satisfacción de un deseo», dijo. (Freeman, 1992).

Los rituales puntúan la vida, marcando públicamente momentos de transiciones significativas para los miembros de una comunidad. Sin embargo, al igual que todas las prácticas sociales, los rituales relacionados con la muerte evolucionan a lo largo del tiempo y, de acuerdo con el ritmo que siguen los cambios en la sociedad actual, los cambios en las prácticas que rodean la muerte han sido rápidos y significativos. Concretamente, en la cultura norteamericana ha habido una tendencia a la desritualización (Neimeyer, 2000).

– Descripción fenomenológica

A través de una técnica de fantasía dirigida, utilizando parte de la verbalización e ideas de la carta del proceso anterior, las participantes fueron guiadas en su imaginación, a ser perdonadas por su bebe, y a la oportunidad de decirle adiós.

1. Durante el ejercicio, Hilda lloró, y cuando expresó su experiencia al grupo dijo ser algo muy simbólico para ella.

2. Diana mencionó sentir tristeza, de ver a su hijo irse.

3. Tania compartió que fue una experiencia que disfrutó, que le dio una sensación de tranquilidad.

Todas mencionaron entender el simbolismo y como este se relaciona con su vida actual.

Creencias Irracionales

La descripción del significado e identificación de Creencias Irracionales se especifica en el Cogniscitivismo dentro de técnicas psicoterapéuticas.

Descripción Fenomenológica:

Retomando las creencias irracionales identificadas por las participantes a través de los procesos anteriores del proyecto, se llevó a cabo esta sesión.

Las participantes se sentaron formando un círculo, se les proveyó con varios pedazos de papel. En cada pedazo de papel, cada una escribió una de sus creencias irracionales.

Surgieron frases como: «no merezco ser madre después de mi aborto, no puedo confiar en los hombres, debería haber sido una buena madre, mi madre ya no me va a aceptar, ya no merezco buenas relaciones de pareja, etc.

Cada participante ponía un papel en la botella con una creencia racional escrita, después la persona siguiente también, siguiendo el orden del círculo, cada quien hizo varios papeles y se continuó poniéndolos en la botella hasta que nadie tuvo ninguna otra cosa que agregar.

Al final la botella se cerró y fue arrojada al mar.

Cierre

En la última sesión con el grupo, cada participante respondió a tres preguntas de manera verbal frente a las demás personas del grupo:

¿Qué he aprendido de cada una de mis compañeras?

¿Qué aprendí en el transcurso de este proyecto?

¿Cómo me veo en un futuro?

Durante la primera pregunta cada persona la respondió, y la respuesta común fue mencionar como aprendieron de la interacción grupal, de escuchar y ver a sus compañeras compartir sus sentimientos, su historia, y de ver a otras encontrar soluciones a problemas con los que ellas se identificaban.

La respuesta a la segunda pregunta tuvo respuestas diversas: cada quien menciono cuales de los procesos fueron mas importante para ellas.

La tercera pregunta les permitió compartir con sus compañeras sus metas personales, los temas principales fueron sus expectativas a futuro con respecto a sus carreras y a su familia.

Referencias

Bellak, L., Edwin, L. (1987). Psicología Proyectiva. México: Ed. Paidós.

Chouhy, R. 2000. «Función paterna y familia monoparental: ¿cuál es el costo de prescindir del padre?». Publicación virtual de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía de la USAL. En:
http://www.salvador.edu.ar/ua1-9pub01-2-02.htm

España De Puy, C., Dovitch, D. (1997). The Healing Choice. USA: Fireside.

Freeman, L., Kupfermann, K. (1992). El poder de la fantasía. México: Ed. Pax.

Leick, N., Davidsen-Nielsen, M. (1991). Healing Pain. London: Routledge.

Martorell, J. (1996). Psicoterapias, escuelas y conceptos básicos. Madrid: Psicología Pirámide.

Neimeyer, R. (2000). Aprender de la pérdida. España: Paidós.

Papalia, Diane E. (1997). Desarrollo Humano. Editorial Mc Graw – Hill.

Psicólogos Net. (2003). Creencias irracionales básicas. En:
http://www.psicologosnet.com/creencias_irracionales_basicas.htm

Ramírez, C. (2002). Gestalt, sexualidad y erotismo. Centro Gestalt de México. En: http://www.mundogestalt.com/cgi-bin/index.cgi?action=viewnews&id=25

Reardon, D. (1993). The Abortion Suicide Connection. The Post-Abortion Review. Elliot Institute. En: http://www.afterabortion.org/suicide.html

Salama, H. (2003). La culpa y el remordimiento. Centro Gestalt de México. En: http://www.mundogestalt.com/cgi-bin/index.cgi?action=viewnews&id=129

Schnake, C., Ossandon, A., Bennett, V. (2000). Síndrome Post Aborto. Universidad del Desarrollo, Universidad de Santiago. En:
Chile. https://psicologiacientifica.com/articulos/ar-schnake02.htm

Equipo de Salud Mental de Ubeda. (1999). Manual de Psicoterapia Cognitiva. España. http://www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Libros/Manual/manual.htm

Citar:

Ibarra, C. (2004, 15 de octubre). El duelo del aborto en adolescentes. Revista PsicologiaCientifica.com, 6(9). Disponible en: http://localhost/revistaold/duelo-aborto-adolescentes

6 comentarios en «El duelo del aborto en adolescentes»

  1. Me parece un tema muy interesante, y enriquecedor profesionalmente, las técnicas son excelentes, funcionan muy bien en mujeres en general, pero las aplicaré en grupos específicos de adolescentes, gracias por tu aporte hacia la humanidad.

    Responder
  2. El trabajo es un proceso de intervención perfectamente fundamentado, bien desarrollado y reportado. Me sirve como modelo, ya que estudio psicología. Felicidades a la autora. El tema elegido me parece muy importante para nuestra realidad.

    Responder
  3. Bueno, en primer lugar quiero felicitar a los autoresde este artículo, ya que ayuda mucho a reflexionar y a comprender que el aborto no es el mejor método para este problema, siempre hay algo más que hacer sin tener que quitarle la vida a un ser que aunque no ha nacido no tiene la culpa de nada y merece la vida como todos nosotros.

    Responder
  4. Es un artículo EXCELENTE en toda la extensión de la palabra. Es magnífico, está muy ampliado, muy bien estudiado, sobre todo. Me agrada la manera en que se explican los sentimientos, se siente la dedicación. Es un tema que, para mí, es controversial. Es el mejor artículo, hace tomar conciencia y reflexionar acerca del caso del aborto. Muy buen artículo.

    Responder
  5. Me parece que este proyecto abarca los aspectos más fundamentales para el tratamiento de las mujeres que han pasado por este episodio, ya que las psicoterapias integran todos los aspectos tanto emocional como cognitivo. Es un material muy nutrido. Felicitaciones.

    Responder

Deja un comentario