Relación entre ansiedad de separación y consumo de alcohol en jóvenes mexicanos

Patricia Martínez Lanz
Instituto Mexicano de Psiquiatría, México

Claudia Muñohierro Cruz, Carlos Ricardo Aguilar Caballero
Universidad Anáhuac, México

Resumen

Se examina la asociación entre la ansiedad de separación y el consumo de alcohol en adultos jóvenes en México. Se ha notado que el alcohol y las drogas a menudo actúan como una vía para lidiar con la ansiedad y los conflictos interpersonales. La investigación, basada en una muestra de 200 estudiantes universitarios de edades comprendidas entre los 18 y 25 años, reveló una correlación significativa: aquellos con niveles más altos de ansiedad tenían tasas más elevadas de consumo de alcohol, con un 16% exhibiendo un consumo moderado, un 33% un consumo alto y un 50% un consumo severo. Además, predominaba el consumo severo entre los hombres (91%) en comparación con las mujeres (9%). En términos de edad, la ansiedad era más prevalente en adultos jóvenes de entre 20 y 23 años (83%), con una minoría en los grupos de 17 a 19 años (0%) y 24 a 26 años (17%). Asimismo, la mayoría de los consumidores severos de alcohol se encontraban en el grupo de 20 a 23 años (86%), con una minoría en los grupos de 17 a 19 años (5%) y 24 a 26 años (9%). Estos resultados subrayan la importancia de abordar la ansiedad como un factor influyente en el consumo problemático de alcohol en esta población específica.

Palabras clave: ansiedad, separación, consumo de alcohol, adultos jóvenes.

Es sabido que ocurren cambios de personalidad durante la adolescencia e inicios de la adultez temprana. El joven se enfrenta con una «revolución fisiológica» dentro de sí mismo que amenaza su imagen corporal y su identidad del yo. El egocentrismo del adolescente se manifiesta con la creencia de que la reflexión es omnipotente, como si el mundo debiera someterse a sus esquemas ideales, en lugar de hacerlo a los sistemas de la realidad (Papalia, 2001).

A medida que el individuo avanza por la adolescencia hacia la adultez temprana, adquiere poco a poco una mayor capacidad para controlar su habilidad de pensamiento formal. El adulto joven ya se da cuenta que la función propia de la reflexión consiste en predecir e interpretar la experiencia y no sólo en contradecirla, logrando un nuevo equilibrio en el que se omite el egocentrismo metafísico de comienzos de la adolescencia (Papalia, 2001).

Cuando el adulto joven no logra dicho equilibrio, esta situación se expresa como conflicto y trata de cubrirse por medio del uso y consumo de drogas como tentativa de solución del síntoma. La explicación psicodinámica describe al alcohólico como un individuo pasivo-dependiente, que no ha logrado resolver su etapa oral del desarrollo psicosexual (Sousa, 1988). Con base en ello, la ingestión excesiva de alcohol lo protege del sentimiento de minusvalía y conflictos interpersonales, o bien, le permite alcanzar una sensación de mayor poder, cubriendo su ansiedad y miedo (Sousa, 1988).

Si este miedo se mantiene y es desproporcionado, conlleva a problemas en áreas importantes de la vida de la persona y puede llegar a convertirse en un trastorno de ansiedad de separación. El proceso normal de separación-individuación incluye el logro, por parte del niño, de un funcionamiento separado en presencia de la madre y con la disponibilidad emocional de ésta. Si la madre no cubre adecuadamente su función, el niño no logra desarrollar su confianza y cae en una creciente dependencia de su madre y el miedo a la separación puede ser la consecuencia de ello (Mahler, 1977).

La ansiedad de separación se refiere a la ansiedad que ocurre ante la separación de casa o de una de una figura de apego. Para considerarse un trastorno, la ansiedad debe considerarse inadecuada para la etapa de desarrollo que la persona que lo padece esté atravesando y puede estar acompañada de síntomas como: negativa a asistir a la escuela, pesadillas concernientes a separaciones, así como sintomatología física.

Como es evidente en el criterio anterior, se piensa que la constelación del Trastorno de Ansiedad de Separación únicamente ocurre durante la infancia. De hecho, tanto el DSM-IV-TR como el CIE-10 especifican que el surgimiento de los síntomas debe ocurrir antes de los 18 años de edad, e incluso el CIE-10 añade que el Trastorno por ansiedad de separación solamente puede ser diagnosticado cuando los síntomas son una continuación de aquellos manifestados durante la infancia temprana.

Con base en lo anterior, el trastorno por ansiedad de separación raramente es considerado dentro de los estudiantes universitarios con sintomatología ansiosa, pero un creciente campo de evidencia sugiere que sus síntomas son experimentados por un importante número de adultos jóvenes. Esto significa que dicha evidencia sugiere que existe una forma adulta del Trastorno de Ansiedad de Separación, similar en cuanto a fenomenología al trastorno por ansiedad de separación visto en niños y adolescentes y, a menudo, aunque no necesariamente, una continuación de preocupaciones relacionadas con la separación que se manifestaron en etapas tempranas.

Los síntomas de ansiedad de separación de hecho están relacionados con el trastorno de ansiedad de separación infantil. Los resultados del estudio realizado por Seligman y Wuyek (2007) sugieren que el Trastorno de Ansiedad de Separación puede ser un diagnóstico factible y válido en los estudiantes universitarios y puede impactar sus decisiones y experiencias educativas, así como ser determinante para el desarrollo de algún tipo de adicción, como lo es el abuso en el consumo de alcohol.

Para los estudiantes universitarios, las demandas para niveles de separación adecuados de acuerdo con el desarrollo incluyen tanto la separación física por largos períodos, como la individuación a nivel emocional.

El estresor que constituye la situación anterior para un universitario puede disparar el Trastorno de Ansiedad de Separación en estudiantes vulnerables que experimentaron preocupaciones concernientes a la separación de niños. Por tanto, la sintomatología correspondiente al Trastorno de Ansiedad de Separación, cuando está presente, afecta a los estudiantes universitarios en cuanto enfrentan las nuevas demandas de la vida universitaria. De lo anterior puede afirmarse, entonces, que una significativa ansiedad de separación puede estar presente en adultos jóvenes cuando un estresor emergente está presente, de lo que se desprende que los síntomas de ansiedad de separación presentes en los adultos jóvenes están asociados a estrés considerable.

Asimismo, diversos estudios señalan que la presencia de un Trastorno de Ansiedad de Separación provoca altos niveles de miedo e inseguridad en las personas que lo padecen, lo cual, en muchos casos genera como resultado el desarrollo de una dependencia al consumo de alcohol e inclusive a otro tipo de drogas para, con ello, contrarrestar los sentimientos de minusvalía que tienden a experimentar dichas personas y adquirir con ello una sensación de mayor poder (Echeburúa, 1996).

El abuso, según la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM-IV), implica la presencia de una o más de los siguientes cuatro condiciones, en algún momento, durante un período de 12 meses:

1. Consumo repetido de la sustancia que implica dejar obligaciones laborales, académicas o del hogar.

2. Uso repetido de la sustancia en situaciones que implican riesgo físico para la persona.

3. Su consumo conlleva repercusiones legales -multas, deudas, juicios, etc.-

4. Se sigue consumiendo a pesar de los problemas sociales y personales que está creando la sustancia.

Por tanto, el abuso es un mal uso, ya sea por la cuantía de la sustancia ingerida o por la finalidad con que se consume. No obstante, también existen malos usos que no llegan a la categoría de abuso, por ejemplo, usar el alcohol para afrontar situaciones sociales en que se siente una enorme vergüenza por las críticas ajenas. En estos casos, aunque no se cumplan los criterios para abuso, existe un claro riesgo de que así sea, además de que se está cerrando la puerta a otras formas de afrontar los problemas.

Por tanto, la presente investigación busca demostrar la influencia que ejerce la ansiedad de separación en el consumo de alcohol que presentan en la actualidad algunos adultos jóvenes de la población mexicana.

Método

La investigación es un estudio transversal con una duración de un año. La población seleccionada para la muestra estuvo compuesta por 200 estudiantes de ambos sexos de la Universidad Anáhuac del Norte, pertenecientes a todas las licenciaturas y posgrados, de entre 18 y 25 años de edad y de nivel socio-económico alto y medio alto.

Se elaboró un instrumento que contiene 3 escalas principales: una escala correspondiente a información sociodemográfica con 9 reactivos; una escala correspondiente a factores relacionados con la ansiedad de separación, compuesta de 48 reactivos y una escala de alcoholismo dividida, a su vez, en dos subescalas: una encaminada a medir la cantidad y frecuencia en el consumo de alcohol, con 5 reactivos y la otra dirigida a analizar los síntomas relacionados al consumo de alcohol (21 reactivos). Todas las escalas fueron previamente validadas y confiables.

Una vez que se realizó la aplicación del instrumento a la totalidad de la muestra seleccionada se procedió a realizar los análisis estadísticos de los datos.

Resultados

Durante el estudio se aplicaron 101 instrumentos de medición en donde se encontraron los siguientes resultados:

– El 48% de los sujetos que participaron en la investigación pertenecía al sexo femenino y el 52%, al sexo masculino.

– Asimismo, se observó que el 95% de los sujetos se encontraba soltero y el 5% era casado.

– Del mismo modo, se observó que el 28% de los sujetos oscilaba entre los 17 y 19 años de edad; el 64%, entre los 20 y 23 años y el 8% restante, se encontraba entre los 24 y 26 años de edad.

– Dentro de las carreras que cursaban los sujetos, se encontró que el 28% de los sujetos estudiaba Derecho; el 5%, medicina; el 13% psicología y el 54% otras carreras.

Al correlacionar la escala de ansiedad y el consumo de alcohol, se encontró que los sujetos que mostraron ansiedad moderada presentaron un consumo de alcohol moderado equivalente a un 30%, un consumo de alcohol alto del 50% y un consumo severo de alcohol de un 19%. Sin embargo, aquellos sujetos que manifestaron altos niveles de ansiedad presentaron un consumo de alcohol moderado equivalente a un 16%, un consumo de alcohol alto del 33% y un severo consumo de alcohol de un 50% (ver figura 1).

Figura 1
Ansiedad total con alcohol total

Por otro lado, con relación al género, se encontró que de los sujetos que mostraron un consumo de moderado alcohol, el 77% era del sexo femenino y el 23%, del sexo masculino; de los que presentaron un consumo alto de alcohol, el 59% era del sexo femenino y el 41%, del sexo masculino, y de aquellos sujetos con un severo consumo de alcohol, el 9% era del sexo femenino y el 91% era del sexo masculino (ver figura 2).

Figura  2
Alcohol total distribuido por género

Al correlacionar la ansiedad con la edad, se descubrió que de los sujetos que mostraron ansiedad moderada, el 30% se ubicó entre los 17 y 19 años de edad, el 63% estuvo entre los 20 y 23 años y el 7%, entre los 24 y los 26 años de edad; en cambio, los sujetos que manifestaron alta ansiedad, el 0% se ubicó entre los 17 y 19 años de edad; el 83%, entre los 20 y 23 años y el 17% restante, entre los 24 y los 26 años de edad. (ver figura 3).

Figura 3
Ansiedad distribuido por edad

La correlación entre la escala de ansiedad y el vivir solo indica que el 16% de los sujetos presentaron ansiedad alta al vivir solos, mientras que el 83% presentó ansiedad alta al vivir con sus padres (ver figura 4).

Figura 4
Niveles de ansiedad por patrón de vivir solos o con sus padres

Al efectuar la correlación entre la escala de alcohol total y el estado civil actual de los padres, se observa que de los sujetos que presentaron consumo de alcohol moderado, en el 76% los padres se encontraban casados; los padres del 7% estaban separados, los del 17% estaban divorciados, los del 0% eran viudos. Dentro de esta misma correlación de observa que los padres de los sujetos que presentaron consumo alto de alcohol, el 71% estaban casados; los padres del 0% estaban separados; los padres del 22%, divorciados y los del 7% eran viudos. Por último, de los sujetos que presentan severo consumo de alcohol, los padres del 73% se encontraban casados; los del 4% se eran separados; los del 14% estaban divorciados y los del 9% eran viudos (ver figura 5).

Figura  5
Nivel de consumo de alcohol por patrón del estado civil de los padres

La correlación entre la escala de ansiedad y la pérdida de alguno de los padres indica que los sujetos que perdieron a su madre presentaron ansiedad moderada en un 67% y alta en un 33%, mientras que los sujetos que perdieron a su padre presentaron ansiedad moderada en un 100% (ver figura 6).

Figura 6
Ansiedad de separación por patrón de la pérdida de alguno de los padres

Finalmente, se observa que la correlación entre la escala de alcohol total y la edad de los sujetos indica que de los sujetos que mostraron un consumo moderado de alcohol, el 40% se ubicó entre los 17 y 19 años de edad; el 57%, entre los 20 y 23 años y el 3% estuvo entre los 24 y los 26 años de edad. En cuanto a los sujetos que mostraron un alto consumo de alcohol, el 30% se ubicó entre los 17 y 19 años de edad; el 59% se encontró entre los 20 y 23 años y el 10%, entre los 24 y los 26 años de edad. Por último, de los sujetos que muestran un severo consumo de alcohol, el 5% se ubicó entre los 17 y 19 años de edad; el 86% se encontró entre los 20 y 23 años y el 9%, entre los 24 y los 26 años de edad (ver figura 7).

Figura 7
Alcohol total con edad

Conclusiones y recomendaciones

La presente investigación está dirigida y estudia una muestra de población, con edades que fluctúan entre los 17 y los 26 años de edad. Debido a que el conflicto básico de la crisis adolescente es precisamente la elaboración de la ruptura del vínculo de dependencia simbiótica o crisis de desimbiotización que involucra la reintroyección de la parte de la personalidad enajenada de sí y ubicada en los otros, así como la elaboración de la falta de los objetos primarios que oficiaban hasta entonces como depositarios. La ansiedad confusional domina el curso de esta crisis elaborativa, el vacío, la desorientación, el sentimiento de fluctuar entre un pasado no vigente ya y un futuro aún no constituido y la pérdida y remoción objetal, impulsan al adulto joven a dirigirse en busca de alivio hacia cualquier oportunidad mitigatoria que le pueda ofrecer el ambiente.

Así, frente al sentimiento de pérdida de vínculos y de objetos en el curso de esta etapa, el sujeto intenta la resolución del conflicto mediante la adhesión a sustitutos, personas o cosas, con los cuales recrea el vínculo simbiótico.

Con base en el anterior criterio, se midió el grado de consumo de alcohol en los jóvenes universitarios como sustituto de la pérdida del vínculo, considerando que el uso, el abuso y la adicción a las drogas expresan un específico sustituto con el que se intenta recrear la situación simbiótica perdida y reemplazar el necesitado vínculo, con cierta recuperación del equilibrio.

El problema del alcoholismo se ha convertido, sin duda, en uno de los fenómenos sociales más generalizados de las últimas décadas. Fruto de la importancia de este fenómeno, han surgido una gran diversidad de estudios que intentan establecer sus verdaderas dimensiones.

Por otro lado, existe una correlación entre la ansiedad de separación y el consumo de alcohol de los adolescentes y adultos jóvenes, ya que la ansiedad de separación crea un miedo desmedido que puede conducir a una torpeza aparente, cuando le impide al niño el desarrollo de su confianza y su curiosidad por el medio ambiente que lo rodea, tomar una iniciativa propia y volverse independiente. La falta de lo anterior puede ocasionar una dependencia extrema del medio ambiente y la incapacidad de formar una opinión propia o un criterio, así como analizar exigencias y circunstancias. Se va gestando, entonces, un ser que se torna dócil a la autoridad, manipulable, que no puede consigo mismo y no sabe imponerse, aun cuando es necesario para sus propios intereses.

Con base en lo anterior, se ha comprobado que el tener problemas con la ansiedad, en este caso, la ansiedad de separación, pueden conducir a tener una tormentosa relación con el alcohol, ya que para las personas con ansiedad de separación, el alcohol sirve para atenuar momentáneamente los miedos y afrontar las situaciones con mayor seguridad. De esta manera, se cierran las puertas a otras formas más adecuadas de afrontamiento de los problemas, corriendo además el riesgo de acostumbrarse a usar el alcohol para afrontar no sólo los problemas, temores o angustias para los que inicialmente fue utilizado, sino extender su uso a situaciones cotidianas.

Estudios, como el de Brückl et al., señalan que las personas con ansiedad de separación (que cumplen con los criterios del DSM-IV para Trastorno de Ansiedad de Separación) están dentro de un incrementado riesgo para desarrollar dependencia al alcohol entre otras patologías mentales.

A pesar de que tradicionalmente se ha pensado que el Trastorno de Ansiedad de Separación es un trastorno perteneciente a la infancia, una significativa ansiedad de separación puede estar presente en adultos jóvenes cuando estresores considerables están presentes. Sin embargo, no se descarta que la presencia de ansiedad de separación en adultos jóvenes esté relacionada con síntomas de ansiedad de separación en la infancia.

La información sugiere que en ciertos aspectos, la ansiedad de separación en la adultez temprana está relacionada con la toma de decisiones de los estudiantes y las experiencias a lo largo de la vida univesitaria, situación que a la vez explicaría uno de los motivos por los cuales el adulto joven recurre al alcohol como medio de refugio ante tal conflictiva y para ganar mas control sobre una situación que pareciera salirse de sus manos. Por tal motivo, este estudio analizó si los estudiantes universitarios que presentan ansiedad de separación, por ende presentarían problemas en la ingesta de alcohol.

A partir de los datos obtenidos de nuestra muestra se realizaron análisis estadísticos correlacionales que en concreto reportaron lo siguiente:

Los sujetos que muestran ansiedad moderada presentan un consumo de alcohol moderado equivalente a tres cuartos de la muestra, un consumo de alcohol alto de una cuarta parte de la muestra y un consumo severo de alcohol por debajo de la cuarta parte de la muestra.

En cuanto a los sujetos que muestran ansiedad alta, presentan un consumo de alcohol moderado por arriba de un cuarto de la muestra, un consumo de alcohol alto por debajo de un cuarto de la muestra y un consumo severo de alcohol de dos cuartas partes de la muestra, lo cual demuestra que la hipótesis se comprobó.

Por otro lado, se encontró que en cuanto a los sujetos que muestran un consumo de alcohol alto, el sexo femenino se encuentra por arriba de la media y el sexo masculino está por debajo de la media.

En cuanto a los sujetos que muestran ansiedad alta, los que se ubican ente los 20 y 23 años se encuentran por arriba de las tres cuartas partes de la muestra y los que se ubican entre los 24 y los 26 años de edad se encuentran por debajo de una cuarta parte de la muestra.

Asimismo, se observa que la correlación entre la escala de ansiedad y el vivir sólo muestra que las personas que viven solas presentan ansiedad alta por debajo de una cuarta parte de la muestra y los que viven con sus padres presentan ansiedad alta por arriba de las tres cuartas partes de la muestra.

Dentro de los sujetos que presentan consumo de alcohol alto, los que se encuentran por arriba de la media, sus padres se encuentran casados; los que se encuentran por debajo de la cuarta parte de la muestra, tiene padres divorciados y aquellos que se encuentran por debajo de una octava parte de la muestra, tienen padres que se encuentran en condición de viudos.

Los sujetos que perdieron a su madre presentan ansiedad moderada por arriba de la media y ansiedad alta por arriba de la cuarta parte de la muestra. Sin embargo, todos los sujetos que perdieron a su padre presentan ansiedad moderada.

En cuanto a los sujetos que muestran un consumo de alcohol alto, los sujetos que tienen entre 17 y 19 años se encuentran por arriba de la cuarta parte de la muestra; los sujetos que tienen entre 20 y 23 años se encuentran por arriba de la media y los sujetos que tienen entre 24 y los 26 años se encuentran por debajo de una octava parte de la muestra.

Finalmente, se recomienda que en estudios posteriores se aplique el instrumento a una muestra más grande, para obtener resultados más significativos.

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Citar:

Martínez, P., Muñohierro, C. &  Aguilar, C. R. (2008, 16 de julio). Influencia de la ansiedad de separación en adolescentes con problemas de dependencia y alcoholismo. Revista PsicologiaCientifica.com, 10(28). Disponible en: https://psicologiacientifica.com/ansiedad-de-separacion-adolescentes-problemas-dependencia-alcoholismo

 

6 comentarios en «Relación entre ansiedad de separación y consumo de alcohol en jóvenes mexicanos»

  1. Me pareció excelente su investigación, ya que me estoy formando en la carrera de Psicología Social y me es de gran importancia el tema que desarrolla, ya que en la actualidad nos enfrentamos con estos problemas diariamente, muchas veces la sociedad no sabe cómo manejarlos, empezando por en núcleo familiar.

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  2. Es grato saber que existen psicólogos que se preocupan por el bienestar de los adolescentes, ya que, ellos son nuestros futuros líderes de alguna índole. Agradecida por esta gran información que encontré en esta sección.

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  3. Hola, muy buena su investigación, es la manera de seguir contribuyendo para que algunos padres de familia o cuidadores, tengan conocimiento de sus fallas en cuanto al afecto, pensamiento y comportamiento para con sus hijos.

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  4. Excelente trabajo. En la medida que encontremos explicación a los conflictos internos del hombre, aparecerán las soluciones, solo a través de la Investigación Científica encontraremos salidas…

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