Diferencias en la actitud e identidad ambiental entre estudiantes de Biología y Psicología

Martha Patricia Sánchez Miranda, Arturo de la Garza González, Ernesto Octavio López Ramí­rez.
Universidad Autónoma de Nuevo León, México.

Resumen

En este artí­culo se describe un estudio de ciencia cognitiva de identidad y actitud hacia el medio ambiente. En particular, a un grupo de 59 alumnos de la carrera de biologí­a y otro de 75 individuos de psicologí­a se les solicitó realizar un test de asociación implí­cita de identidad y otro de actitud, así­ como una escala de preferencia hacia el medio ambiente, con el propósito de determinar si existen diferencias entre ambos grupos con respecto a la identidad y la actitud hacia el medio ambiente. Los resultados muestran que en el caso de la población de biologí­a los estudiantes son congruentes en su preferencia explí­cita e implí­cita hacia ambientes naturales en un alto porcentaje. Mientras que en el caso de la población de psicologí­a se encontró que no son congruentes entre sus reportes explí­citos e implí­citos. Se discuten los resultados dentro del perfil académico y la hipótesis de la biofila.

Palabras clave: Medioambiente, asociaciones implí­citas, reportes explí­citos, cognición.

En los últimos treinta años de la Psicología del Medio Ambiente ha existido un gran interés en el estudio de la conducta humana en los espacios naturales y construidos, situación estimulada por los problemas ecológicos a los que nos hemos enfrentado en los pasados 100 años de nuestra propia acción sobre el medio (Vozmediano y Guillén, 2005). Sin embargo, a pesar de los grandes esfuerzos por construir y diseñar instrumentos que permitan explicar las conductas de destrucción hacia nuestro entorno, a la fecha seguimos con dificultades para poder explicar y sobre todo contar con técnicas que nos ayuden a predecirlas y cambiarlas.

La Psicología Social ha realizado aportaciones muy importantes en el tema de la representación social del conocimiento, sobre todo en el yo relacional, este es conceptualizado como una forma de almacenar nueva información, a través de la incorporación o inclusión del significado del otro (Banaji, Lemm & Carpenter, 2001). De acuerdo con Chen, Boucher y Tapias (2006), el yo relacional ejerce una gran influencia en la vida interpersonal de los individuos. Dicha idea se trabaja desde diferentes aproximaciones teóricas que pueden ser integradas en 5 proposiciones:

– Comparte un amplio rango de procesos psicológicos y de éxito

– Ejerce una influencia automática

– Sirve de orientación básica y de funcionamiento significativo

– Provee continuidad y variabilidad específica en la personalidad

– Tiene implicaciones en el buen ser

De esta conceptualización surge una de las líneas de investigación que han abordado el interés por comprender y explicar las conductas de conservación hacia el medio ambiente en relación o conexión de las personas con la naturaleza. La idea que prevalece en dichos estudios es que los individuos que se sienten identificados con la naturaleza van a realizar acciones de protección hacia la misma, así como el considerar que los sujetos que se encuentran más expuestos a los ambientes naturales tienden a percibirse como relacionados o identificados hacia el medio natural (Nisbet, Zelenzky, Murphy, 2008; Schultz, Shirver, Tabanico y Khazian, 2004; Vining, Merrick y Pirce, 2008).

Se entiende por identidad al medio ambiental como la forma de orientarse hacia el mundo natural (Clayton y Opotow, 2003) o construido. Además, la idea de entender la conexión de los seres humanos con la naturaleza ha generado una serie de hipótesis al respecto, por un lado, se encuentran los investigadores que mencionan que la conexión o identidad con la naturaleza debe ser vista desde un punto de vista emocional, experiencial y cognitivo, visto como una cuestión innata; retomando la hipótesis de la biofilia de Kellert y Wilson, medido a través de la afiliación que los seres humanos tienen hacia animales no humanos y relacionándolo con la escala de relación con la naturaleza (Nisbet, Zelenzky, y Murphy, 2008). Mientras, para otros autores como Mayer y Franz (2004), esto se relaciona más con la esfera emocional. En cambio, Schultz, Shirver, Tabanico y Khazian (2004), lo ven en un sentido más cognitivo al considerarlo como las creencias y valores que tienen las personas hacia la conexión con la naturaleza y sus leyes, sin descartar los aspectos emocionales y conductuales (Schultz, 2002a).

Desde el enfoque de la inclusión del yo en el otro (ISO por sus siglas en inglés Inclusion Self-Other), propuesto por Aron, Aron, Turon y Nelson (1991), dispone que las relaciones cercanas incorporan recursos de los otros, perspectivas y atributos dentro del concepto del yo. Lo cual llevó a los autores mencionados al desarrollo del instrumento del mismo nombre ISO, para el estudio de las relaciones interpersonales. Este mismo ha sido adaptado para la investigación de la identidad con la naturaleza (Schultz et al, 2004; Mayer y Frantz, 2004; Dutcher, Finley, Luloff y Johnson, 2007), en dicha escala de un solo ítem se pregunta qué tanto se relaciona el individuo con la naturaleza, donde el sujeto escoge de una escala de 7 puntos de forma gráfica, a través de diagramas de Venn, la respuesta con la que se siente relacionado.

Por su parte, la Cognición Social se ha interesado también por entender las representaciones sociales, dichas representaciones tienen como principal eje de estructura al yo, en él se asocian diferentes conceptos (Greenwald, Banaji, Rudman, Franham, Nosek y Mellott, 2002). Estas asociaciones se encuentran en redes de información que están ligadas con fuerzas diferentes, dependiendo de las fuerzas de asociaciones va depender la accesibilidad y se va manifestar la actitud, el estereotipo, autoconcepto o identidad de los individuos (Greenwald, Banaji, Rudman, Franham, Nosek y Rosier, 2000).

Para detectar esta fuerza de asociación entre los conceptos (por ejemplo el medio ambiente, vejez, etc.) y las atribuciones (emociones, rasgos de personalidad, identidad, etc.) que se realiza del conocimiento social de forma automática e inconsciente se desarrolló el instrumento del IAT (de sus siglas en inglés, Implicit Association Test), propuesto por Greenwald, McGhee y Schwartz (1998).

Las investigaciones realizadas en este rubro sugieren que las actitudes implícitas disparan de forma automática o inconsciente reacciones afectivas positivas cuando se asocian al yo (Devos y Banaji, 2003). De forma particular en este estudio se presentan estímulos relacionados con los espacios construidos y naturales y atribuciones emocionales positivas y negativas para detectar las actitudes de los participantes hacia el medio ambiente.

Uno de los trabajos sobre esta línea de investigación es la efectuada por el equipo de trabajo de Schultz et al. (2004), en él se retoma los estudios de actitudes, valores y creencias como una forma de aproximarse los seres humanos hacia la naturaleza, a través de mediciones explícitas e implícitas. En él define las actitudes ambientales como las creencias, afectos y las intenciones conductuales que una persona tiene hacia actividades ambientales. Los resultados que obtienen es que existe relación entre el valor de egoísmo y el IAT de forma negativa, mientras que el valor biosférico y el IAT tienen una relación positiva. Otro resultado relevante es que la mayoría de las personas que participaron muestran una preferencia hacia los espacios naturales que a los construidos. Dichos resultados no son únicos, en buena parte de las investigaciones realizadas a la fecha existen resultados similares, donde los participantes tienen una actitud positiva o interés hacia el medio ambiente (González y Amérigo, 1999; Hernández, Suarez, Martínez -Tovisco y Hess, 1997; Schultz, 2002 b; Vining, et al, 2008).

Una de las hipótesis es que las personas a nivel implícito se sienten identificadas con la naturaleza por la biofilia, esto es, la necesidad biológica que tienen los seres humanos de afiliarse a todos los seres vivos (Wilson, 1989).

El objetivo del presente estudio es detectar las diferencias existentes entre los estudiantes de psicología y de biología con respecto a su relación y actitud hacia el medioambiente. Además, identificar si existe el efecto de la biofila a través de las mediciones explícitas e implícitas.

Método

Se describen a continuación dos estudios de Asociación Implícita (IAT) y uno de medidas explícitas de preferencias hacia el medio ambiente.

Participantes

Las poblaciones seleccionadas para estos estudios son representativas, se trabajó con una población de 59 estudiantes de biología debido a que dentro del perfil deseable para esta carrera es que posean una preferencia marcada hacia el medio ambiente natural, sin embargo, en dicha institución no se aplican exámenes de preferencia vocacional. También se trabajo con un grupo de 75 estudiantes de psicología, dado que el perfil de esta población es de tipo humanista y presenta un interés por el estudio y comprensión del ser humano, ya sea a nivel individual o grupal. Además, dentro del discurso curricular los temas que involucran los aspectos del medio ambiente se reducen a sólo una materia y los alumnos participantes aun no la cursan. La edad de ambas poblaciones oscila entre 16 y 26 años. La población femenina igualaba en proporciones a la masculina.

Instrumentos y Materiales

Se describen a continuación los tres instrumentos utilizados para la medición de actitudes implícitas y preferencias explícitas hacia el medio ambiente.

Test de Asociación Implícita de Identidad (IAT)

El test de asociación implícita permite determinar la identidad implícita que tiene un individuo hacia un evento independientemente de la respuesta de preferencia consciente que pueda tener hacia el mismo. Esto se logra categorizando una serie de estímulos, en este estudio fueron imágenes de la naturaleza y de ciudad, y palabras referentes al yo (mi, mío, yo y mis) y los otros (ellos, sus, otro, suyo).

La técnica consiste en presentar a través de la pantalla de la computadora al participante un estímulo que debe categorizar tan rápido y preciso como pueda. Por ejemplo, la imagen  1 muestra el estímulo de una imagen que representa el medio de ciudad. Además, en la parte inferior se presentan las cuatro categorías que va a clasificar.

Imagen 1. Imagen de pantalla para el IAT de Identidad

La tarea del participante es presionar una tecla del lado izquierdo para elegir la categoría izquierda y una tecla derecha para escoger la categoría correspondiente a ese mismo lado. Se da retroalimentación en caso de equivocarse, lo cual le permite al participante corregir su respuesta. Este mismo procedimiento se usa para el IAT de actitud de este estudio (Greenwald, Nosek y Banaji, 2003).

En total se utilizaron 5 bloques, que describen diferentes tareas para categorizar. En la Tabla  1 se presentan los diferentes bloques de tareas que se utilizaron para el presente estudio.

Tabla 1
Diseño del IAT de identidad

Test de Asociación Implícita de Actitud

En el caso del IAT de actitud se presentaron para la categoría de naturaleza y ciudad imágenes que representan estos ambientes. Mientras que la categoría de bueno fueron: aceptación, amor, serenidad, optimismo, interés, felicidad, paz, confianza, triunfo, orgullo, deleite y maravilloso; para la categoría de malo: aprensión, temor, frustración, melancolía, remordimiento, aburrido, desprecio, fastidio, agresividad, miedo, tristeza y odio. Estas categorías se retomaron de la clasificación de las emociones positivas y negativas de acuerdo a lo propuesto por Plutchik en su mapa emocional (Caruso y Salovey, 2004).

En la Tabla  2 se muestra la secuencia de bloques experimentales para el IAT de actitud.

Tabla 2
Diseño del IAT de actitud

Para el estudio de los IATs se realizaron balanceos y contrablanceos, es decir, a un grupo se le presentaron del lado izquierdo las categorías de naturaleza-yo o naturaleza-buena y a otros ciudad-yo o ciudad- buena. De tal forma que a la mitad de los participantes se le presentaba primero el estudio de balanceo y al segundo grupo de contrabalanceo.

Escala de Preferencia Ambiental (EPA)

El estudio para las medidas de preferencia explícita se constituía de la presentación de 60 estímulos, que representaban tanto ambientes naturales (30) como urbanos (30), que se desplegaban en la pantalla de la computadora y en la parte inferior de los estímulos se presentaba una escala de 7 puntos gráficos a través de diagramas de Venn, donde el nivel de intersección significa el grado de relación del individuo con lo que se muestra en la imagen. El participante podía decidir desde su percepción cuanta relación siente que existe entre él y el ambiente que se presenta en la imagen. La imagen 2 muestra un ejemplo de la pantalla del estudio.

Imagen 2.  Pantalla de ejemplo de la escala de preferencia ambiental (EPA)

Procedimiento

Se realizó la invitación para participar de forma voluntaria en el estudio en ambas facultades. Una vez aceptada la invitación, tanto los estudiantes de psicología como de biología fueron divididos en dos grupos, la asignación fue realizada de forma aleatoria. Posteriormente, se procedió con la aplicación de los instrumentos en la sala de tecnología de las respectivas instituciones educativas, a cada participante se le asignó una computadora.

El investigador procedió en tres etapas, aplicando primero la escala EPA, después se aplicaron las pruebas de IATs.

La aplicación se inició dando una breve explicación del propósito del estudio, el paso siguiente fue la instrucción de la escala EPA. Se les pidió a los participantes que observaran la imagen que aparecía en la pantalla y escogieran el diagrama de Venn que mejor describe su relación con la imagen que se presentaba. Se realizaron dos ejercicios de práctica. Una vez que los jóvenes entendieron la tarea se prosiguió con la prueba hasta terminar con todos los estímulos.

La segunda y tercera etapa consistió en aplicar las pruebas de asociación implícita ya sea de actitud o de identidad. Si correspondían a la primera mitad de los grupos que se habían asignado en un principio se les aplicaba el IAT de identidad en forma contrabalanceada. En dicha prueba se les solicitaba que categorizaran los estímulos de imágenes de la naturaleza y de la ciudad como ejercicios de práctica, solicitando que presionaron la tecla M para la categoría que pertenecía al lado derecho y la tecla Z si la categoría pertenecía al izquierdo, según correspondiera la imagen.

La siguiente práctica consistió en clasificar las categorías de yo y otros de acuerdo a la lista de palabras que se les había mostrado dentro de las instrucciones (previo a verificación de que se comprendía el significado de cada una de ella). Para categorizar se solicitaba que presionaran la misma tecla que se habían asignado en el ejercicio anterior, según perteneciera a la palabra estímulo. Posteriormente, se presentaban los ítems mezclados de imágenes de naturaleza o ciudad y palabras de yo u otros para que las categorizaran. En el último bloque se presentaban los estímulos invertidos (contrabalenceo) ver Tabla  1 y 2.

Esta misma tarea se realizó con el IAT de actitud, donde las categorías que se emplearon fueron imágenes de naturaleza y de ciudad, además, se trabajó con las categorías de bueno y malo.

Resultados

Los análisis IATs fueron realizados por tipo de población, biología y psicología, así como análisis independientes por tipo de instrumento (IAT de identidad, IAT de actitud y EPA). En los análisis de los IATs en cada error que se cometía se substituía por el valor promedio del block, dado que en este instrumento interesa los periodos de latencia para clasificar de forma correcta un estímulo y se recomienda que estos errores se corrijan por la media de sus tiempos de reacción y se aplica una penalización (600 milisegundos). Una vez realizadas las correcciones se realiza la sustracción del bloque 3 y 5 para obtener la identidad o la actitud de los participantes, a esto se le conoce como efecto IAT (Greenwald et al, 2003).

Las Tablas 3 y 4 describen las frecuencias para cada uno de los ambientes y sus respectivos porcentajes para los IATs de cada muestra. Es evidente que para ambas muestras existe una tendencia de identificación y una actitud positiva hacia la naturaleza. Sin embargo, aun cuando existe dicha tendencia, los instrumentos del IAT revelan que hay diferencias significativas entre los estudiantes de biología y de psicología.

Tabla 3
Porcentajes para el IAT de identidad en los dos grupos

Tabla  4
Porcentajes para el IAT de actitud en los dos grupos

Por su parte, en la escala de preferencia ambiental los datos brutos se obtuvieron al sumar cada uno de los ítems correspondientes a las imágenes de ciudad y la naturaleza. Para obtener la preferencia se realizó la diferencia entre ambos ambientes, aquellos casos donde la diferencia era menor o igual a 10 se eliminaron. En total se eliminaron 8 individuos de psicología y 3 de biología. En la Tabla  5 se muestra los valores de relación a la naturaleza y a la ciudad obtenidos de la escala y el valor de la chi cuadrada con su nivel de confianza.

Tabla  5
Resultados de la Escala de Preferencia Ambiental (EPA)

Como se observa, existen diferencias significativas entre los estudiantes de psicología y biología obteniendo un mayor porcentaje en la preferencia hacia la naturaleza por parte de los estudiantes de biología.

Nótese en la Tabla  6, que en el caso de biología fueron congruentes los resultados de todos los instrumentos, no existiendo diferencias significativas en los resultados de forma explícita (EPA) e implícita (IATs).

Tabla 6
Comparación entre EPA (medida explícita) y los IATs (medidas implícitas) en biología

Este no fue el caso para la población de psicología donde los instrumentos difieren significativamente entre la escala de preferencias explícitas (EPA) y el IAT de identidad y actitud. (Ver la Tabla  7).

Tabla 7
Comparación entre escala de preferencia (medida explícita) y los IATs (medidas implícitas) en Psicología.

Finalmente, en el caso de ambos instrumentos de medidas implícitas (IATs) de identidad y actitud, producen los mismos resultados, esto es, no hay diferencias significativas entre los dos instrumentos en las diferentes poblaciones. (Ver Tabla  8).

Tabla  8
Comparación de diferencias entre IATs para ambas poblaciones

Conclusiones

Retomando los resultados en general se puede decir que las medidas explícitas de preferencias hacia la naturaleza en el grupo de biología fueron congruentes con sus medidas implícitas. Mientras que en el caso de psicología no existió congruencia entre sus manifestaciones de preferencias hacia la naturaleza a nivel explícito versus implícito.

Al parecer, la evidencia sugiere que el tipo de perfil académico se inclina a una preferencia explícita e implícita hacia la naturaleza por parte del grupo de biología. Sin embargo, hay que tener cuidado en no afirmar en que este perfil académico determina la preferencia explícita hacia la naturaleza, ya que al menos 6 participantes de este grupo mostraron un resultado de preferencia hacia la ciudad. Un análisis más detallado del origen de esta preferencia está en demanda manipulando el tipo de grupo de forma más amplia. Además, un estudio de la representación mental conceptual ambiental, serviría como una forma de aproximarnos a la manera en que significa un individuo ecologista con respecto a otro que no lo es. Esto podría ayudar a entender la preferencia explícita hacia la cuidad de parte de algunos biólogos.

La sugerencia anterior es de relevancia dado que también se encontraron 24 sujetos en Psicología que en la escala de preferencia tuvieron inclinación hacia la naturaleza. Lo que queda claro es que tomando a ambos grupos en total, existe un sesgo implícito hacia eventos de la naturaleza. Esto sugiere que la hipótesis de biofilia, presentada a la comunidad académica por Willson (1984), puede cobrar un valor teórico de interpretación de esta tendencia al considerar a la naturaleza de una forma positiva aun cuando se manifiesten preferencias explícitas a los ambientes urbanos.

Otro hallazgo que es importante mencionar es que los resultados obtenidos en la presente investigación utilizando el instrumento del IAT son semejantes a los observados por el equipo de trabajo del Schultz et al. (2004), donde la mayoría de los participantes muestran una identificación con la naturaleza.

Por otro lado, cuando se trabaja con la Escala de Preferencia Ambiental propuesta por los investigadores, los resultados obtenidos, difieren de los trabajos realizados por Schultz et al. (2004) y Dutcher et al. (2007), donde la mayoría de los individuos se muestran identificados con la naturaleza. Las diferencias en los resultados pueden ser debidos a que la escala de Inclusión de la Naturaleza utilizados por ambos autores era de un solo ítem verbal, en donde se pregunta sobre qué tan relacionados se encuentran con la naturaleza, mientras que el EPA consistía de 60 ítems gráficos, en él trabajaba no sólo con espacios naturales, sino que además se incluían espacios construidos. Este hallazgo abre la posibilidad de seguir trabajando con dicho instrumento.

Además, una línea de investigación que se sugiere se siga indagando es con respecto a las diferencias que pueden existir entre poblaciones donde se hipotetiza que tienen una mayor identificación con la naturaleza como es el caso de los biólogos o personas activistas ambientales y poblaciones que no tiene preferencias tan marcadas hacia la naturaleza, ya que, de acuerdo a la literatura consultada, existen pocas investigaciones al respecto y los resultados no son claros. Por ejemplo, Nisbet et al. (2008) encontraron que su escala Nature Relatedness (NR) fue un buen predictor de involucramiento a grupos ambientalistas, concepciones de sustentabilidad e identificación con el ambientalismo. Sin embargo, también mencionan que es difícil predecir cuando una persona va actuar de forma ambientalista, ya que no es lo mismo mostrar interés y conocimiento sobre el tema.

Es de relevancia notar dos últimos aspectos. El primero es metodológico: los instrumentos usados son congruentes en revelar un fenómeno psicológico de preferencia. Dicho sesgo se manifiesta de formas diferentes dependiendo del grupo, pero existe como tal, lo cual invita a los interesados en el área a determinar la naturaleza del fenómeno. Y segundo, parece ser que la hipótesis de biofilia puede manifestarse a través de los instrumentos y poblaciones utilizados en el presente estudio.

Referencias

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Citar:

Sánchez, M. P., de la Garza, A. &  López, E. O. (2009, 30 de marzo). La identidad y actitud hacia el medio ambiente en estudiantes de biologí­a y psicologí­a. Revista PsicologiaCientifica.com, 11(7). Disponible en:
https://psicologiacientifica.com/identidad-actitud-hacia-el-medio-ambiente-estudiantes

2 comentarios en «Diferencias en la actitud e identidad ambiental entre estudiantes de Biología y Psicología»

  1. Me pareció un trabajo muy detallado en su proceso y forma de realización, pero me gustaría saber si es posible dar más detalles de lo que sería la conclusión y su posible extensión a otras poblaciones, si se puede generalizar o no a partir de la relación entre psicología y biología. Fue un gusto disfrutar de esta investigación. Me interesó profundamente la temática.

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