Creación de la escala Factores de personalidad asociados a conductas delictivas – FPACD, para ser utilizada en la selección de candidatos a portar armas de fuego en República Dominicana

Mayra Brea de Cabral
Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana

Luis Domínguez
Evaluaciones Psicológicas Sistémicas, República Dominicana

Resumen

Se presentan los resultados de un estudio realizado con la aplicación de la prueba 16 FP de Cattell, versión C revisada, adaptada y modificada en República Dominicana, con propósitos de construir una escala útil que pueda detectar rasgos delictivos de personalidad en la población que solicita portar armas de fuego. Se elige una muestra por cuota proporcional y al azar de universitarios, presidiarios y solicitantes de permiso para porte de armas de fuego. Tras complejos procesos estadísticos y utilizando como criterio la discriminación entre las poblaciones estudiadas, se construye y normaliza el Cuestionario «Factores de Personalidad Asociados a Conductas Delictivas» (FPACD), escala simplificada de 49 preguntas, para ser utilizada por la Comisión Médica de la Secretaría de Estado de Interior y Policía.

Palabras clave: Evaluación, personalidad, armas, portadores.

América Latina y del Caribe es la segunda región del mundo con el mayor nivel de violencia homicida. Muchos de estos países, caracterizados por poseer los más altos índices de criminalidad, han llegado a la convicción de la necesidad de controlar más efectivamente la comercialización, adquisición y el porte de armas de fuego en su población civil, cuya tendencia en la actualidad va necesariamente encaminada a la restricción y al desarme general.

Es bien conocido, que el fenómeno de las armas de fuego, comúnmente llamado armamentismo, no constituye por sí solo la causa primordial de la creciente ola de violencia en Latinoamérica, no obstante, es un factor que contribuye al aumento de su frecuencia y letalidad. Se ha relacionado muy estrechamente la violencia de América Latina y del Caribe con las condiciones socioeconómicas de extrema pobreza y las grandes desigualdades sociales. En ese sentido, estudios comparativos sobre la tasa de homicidio en diversos países del entorno, realizados por el Instituto de Psicología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, muestran que aquellos que tienen menor población viviendo en los umbrales de pobreza, mayores ingresos per cápita y mejor distribución de sus ingresos, se caracterizan por poseer las más bajas tasas de homicidios, tales como Uruguay, Costa Rica, Chile y Argentina, contrario a lo que ocurre en países como Colombia, México y Venezuela, donde las condiciones se dan a lo inverso, y que cuentan con niveles más elevados de criminalidad, poniendo de manifiesto la relación antes señalada entre la realidad socioeconómica y la violencia (Cabral & Brea, 1999, 2001 y 2003). Es precisamente en la región latinoamericana, donde crece extraordinariamente el número de portadores de armas de fuego, tanto legal como ilegal.

En una investigación realizada en El Salvador por la Universidad Centroamericana y el BID, y reportada por Cruz, Trigueros y González (2000), se muestra que el fácil acceso y la permisividad en el uso de armas de fuego, fueron los factores más determinantes de los altos niveles de violencia, observándose, que más del 43 % de las armas utilizadas por los convictos del sistema penitenciario salvadoreño estaban registradas legalmente. En Guatemala, Rodríguez & De León (2001) se refieren también a la relación encontrada entre la violencia y la disponibilidad de armas, y consideran que constituye un factor de alto riesgo, que aunado a los altos índices de pobreza y exclusión social, más aún, la cultura de violencia predominante como producto de 36 años de guerra interna, generan la inseguridad e indefensión ciudadana, típica en ese país.

Otros estudios realizados en países como Estados Unidos y Nicaragua, relacionan la tenencia y control de armas de fuego con la frecuencia y peligrosidad de los delitos y hasta con una elevada tasa de suicidio (Brent, Perper et al, 1991; Kleck, 1991; Cuadra E, 2000) y recomiendan mayores esfuerzos en el control de su circulación, que se oriente las políticas públicas para desincentivar su uso y proliferación en la población civil.

La República Dominicana no escapa a esta situación. Sin embargo, se viene procediendo de forma diferente a lo que en otros países se plantea como necesario para reducir los elevados índices de violencia y criminalidad. En los últimos años, se ha experimentado un aumento excesivo de solicitudes y permisos (licencias) otorgado para porte de armas de fuego; otro aspecto notorio es el incremento de la venta y comercialización de instrumentos bélicos en beneficio de grupos definidos. Podemos considerar, sin lugar a dudas, que en cierto período gubernamental, nuestras autoridades han sido lo bastante permisivas para otorgar autorizaciones para porte de armas de fuego, actuando fundamentalmente con políticas inadecuadas y criterios erróneos, caracterizada por la búsqueda y obtención de cuantiosas sumas millonarias derivadas de los aspectos impositivos que implica el otorgamiento de permisos a portadores de armas de fuego, lo que de alguna manera se ha convertido en el boomerang de la seguridad ciudadana nacionalEn múltiples ocasiones, se ha dado la voz de alerta, sin que se preste la menor atención o la disposición de resolver dicha situación.

Es por ello que, hoy día, nos encontramos frecuentemente con episodios violentos efectuados con armas de fuego hasta por vanos motivos personales y pasionales y que han aumentado significativamente las víctimas por violencia intrafamiliar. Algunos estudios realizados en nuestro país muestran cómo ha ido creciendo la mortalidad por homicidio (primera causa de muertes violentas) en los últimos años. El número de homicidios que para el año 1981 era de 490, se elevó en el 1999 a 1,212, lo que significa un incremento en el promedio anual de 5.2%, pasando la tasa de homicidio de 8.3 en 1981 a 12.4 en el 1991 y, posteriormente, a 14.3 en el 1999. Por otro lado, los homicidios con armas de fuego han ascendido de un 30% a un 51% en los años comprendidos del 1993 al 1999. (Ver Cabral & Brea, 1999; Brea & Cabral, 2000; Cabral & Brea, 2003). Hoy día se estima que nuestra tasa de homicidio debe estar alrededor de 19 o 20.

Es indiscutible que la proliferación de las armas de fuego, junto a determinados factores socioeconómicos, la diversidad ideológica y cultural en una sociedad tan convulsionada como la nuestra, podría convertirse en catalizador primordial de la rápida expansión de la violencia delictiva en el país, fenómeno que comienza a despertar gran preocupación en la mayoría de los ciudadanos.

El crecimiento de la criminalidad, del narcotráfico, de la venta de armas de fuego, la corrupción e impunidad y la desconfianza en los organismos de protección público nacionales (policial y judicial), por consecuencia, la inseguridad ciudadana existente, estimula en gran medida la búsqueda de autoprotección y de protección privada, y la adquisición de un arma de fuego. A todo esto se le agrega, además, la percepción de poder que implica la posesión de un arma en una sociedad con trascendencia de un autoritarismo muy arraigado, y con valores basados en el temor, otros motivos que inducen a la población para armarse, haciéndolo por vía legal o de manera ilegal, llegándose incluso, en algunos casos, hasta la fabricación casera de armas, como son las llamadas «armas chilenas», incautadas frecuentemente en las redadas policiales.

La «comisión médica» y el control de porte y tenencia de armas de fuego

A partir del 1965, en República Dominicana se promulga la Ley No. 36 que regula el comercio, porte y tenencia de armas de fuego, y que define como arma de fuego a todo tipo de artefacto (rifle, carabina, escopeta, revólver, pistola, etc.) con la que se puede disparar balas mortíferas o proyectiles. En la actualidad, dicha ley concede permiso legal o autorización para el uso de un arma de fuego a funcionarios o empleados públicos autorizados, y a toda aquella persona que justifique la necesidad de tenerla para su defensa personal, siempre y cuando cumpla con los requisitos legales necesarios, entre los que se encuentran: el pago de impuestos correspondiente, el someterse a un examen médico (prueba antidoping) y a una evaluación de salud mental (psicológica y psiquiátrica) a ser efectuada por una instancia específica, lo que hasta el 2003 habría sido infructuoso. Secretaría de Estado de Interior y Policía (2002).

En enero del 2003, al crearse la Comisión Médica de la Secretaría de Estado de Interior y Policía bajo un acuerdo interinstitucional entre la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el Colegio Médico Dominicano y la Secretaría de Estado de Interior y Policía, se dio origen para establecerse criterios más científicos y objetivos para el cumplimiento de la ley, y a requerirse de un instrumento psicológico idóneo para la evaluación de los que solicitan autorización para portar armas de fuego en el país.

Planteamiento del problema y justificación  

Dada la creciente motivación para la adquisición de armas de fuego en la población civil dominicana, y las nuevas condiciones que fueron planteadas por la Comisión Médica de la Secretaría de Estado de Interior y Policía para regularizar esos menesteres, se creó el área de psicología dirigido por el Instituto de Psicología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que propone la realización de un estudio para la construcción de una prueba psicológica sencilla y pertinente, que permitiese pronosticar los rasgos delictivos de personalidad de los que optan por la licencia para portar y poseer armas de fuego, con el propósito de reducir de esa manera, el riesgo potencial que implica para la seguridad nacional otorgar a personas desaprensivas un artefacto tan letal.

Objetivos 

El estudio propuesto tiene por objetivo adaptar y normalizar un cuestionario de personalidad en tres sectores poblacionales diferentes, determinar los perfiles conductuales y los factores discriminantes entre sí y, posteriormente, crear una escala más sencilla a ser utilizada para la selección de los que desean portar armas de fuego, pudiendo detectar en ellos sus posibles rasgos delictivos.

Método

Procedimiento

Adaptación del instrumento

Se partió de un instrumento de probada eficacia y de arraigo tradicional en el quehacer psicométrico en República Dominicana, la prueba 16FP (Dieciséis Factores de Personalidad) de Cattell, en su versión «C», adaptada de la versión C del original por EPSI (1995), y con las variaciones introducidas por José Vicente Díaz (2000) a la escala A. La prueba adaptada consta de 97 preguntas que se contestan «Sí», «No» o «No Sé» mediante «caritas» (íconos gestuales), donde la respuesta SÍ corresponde a una cara sonriente, la respuesta NO a una cara enojada y la respuesta NO SÉ a una cara neutra. Al instrumento se le realizaron las siguientes modificaciones:

Se eliminó la escala «B» del cuestionario original (escala de Inteligencia). Se cambió el esquema de respuestas para que pudiese ser contestado con una de tres opciones: «de acuerdo», «en desacuerdo» y «no sé». Se modificó el lenguaje empleado por uno más sencillo y con giros de frases populares para sustituir aquellas palabras técnicas, haciéndolo más comprensible.

Variables

Fueron consideradas las variables de género (masculino y femenino); la edad de la población encuestada; la característica de ser o no ser presidiario, y los 16 Factores de la Personalidad (rasgos típicos) que son expresados en las respuestas de los sujetos al responder las preguntas del cuestionario 16FP. Factores definidos como: DM (Distorsión motivacional), A (Expresividad afectiva), C (Fuerza del Yo), E (Poder), F (Postura frente a la vida), G (Lealtad grupal), H (Aptitud situacional), I (Emotividad), L (Credibilidad), M (Actitud cognitiva), N (Sutileza), O (Conciencia), Q1 (Posición social), Q2 (Certeza individual), Q3 (Autoestima) y Q4 (Nivel de tensión enérgica).

Selección y tamaño muestral

El diseño muestral se basó en la selección estratificada, con afijación simple. Los tamaños poblacionales parciales fueron estimados como:

– Estudiantes de la Facultad de Ciencias y Agronomía 2,726

– Reclusos del Penitenciario Modelo de Najayo 2,150

– Solicitantes de permiso para porte de armas 1,584

Para un total poblacional de 6,460

El tamaño muestral fue establecido mediante el uso de la fórmula

Para una z = 1.72 (92%), p = q = 0.50, y d = 5%

La solución de la fórmula (Fisher, 1985) arroja un total de 286 personas como tamaño muestral. Al estratificar por afijación proporcional la muestra, se obtuvo la siguiente composición:

Tabla 1
Muestra prevista

 

En los presidiarios sólo se disponía de 94 casos válidos, por lo que se utilizó la técnica de «bootstrapping» (Mooney y Duval, 1993), donde aleatoriamente se duplicó un caso, para obtener la cantidad muestral mandatoria. Por un proceso de selección aleatoria, realizado con rutinas del SPSS, se redujo la cantidad inicial entrevistada al mandato muestral. La muestra retenida, agregada por género se detalla en lo siguiente.

Características de la muestra

Género

El 30% de la muestra es de sexo femenino y el 70% masculino. La proporción por género está dada por la fuerte feminización de los estudiantes universitarios (94% femenino), mientras que en los solicitantes de permiso de porte de armas de fuego es apenas de un 6%. El total de los presidiarios fueron del sexo masculino.

Edad

Mientras las edades de los grupos de solicitantes de armas y presidiarios están distribuidas casi normalmente alrededor de los 33 a 34 años, la de los estudiantes universitarios se encuentra acumulada en una media de alrededor de 23 años. Sin embargo, no se encontró diferencias significativas entre los grupos según la edad.

 Presidiarios

La población de presidiarios fue clasificada basándose en el delito por el que guardaba prisión y los diferentes delitos fueron recategorizados según las siguientes tablas:

Tabla 2
Categorización de delitos conservada

Tabla 3
Tipos de Delitos

FPACD

Resultados

Los siguientes puntos describen a grandes rasgos los pasos seguidos durante el procesamiento de la información y los análisis realizados a través del programa SPSS.

 Descriptivo de las escalas básicas

Las puntuaciones directas fueron transformadas en puntuaciones estandarizadas («sten«) de 10 puntos. Esta conversión permite comparar los resultados obtenidos con los de poblaciones normales dominicanas. Las puntuaciones promedios, obtenidas en las escalas normalizadas del 16FP, según el grupo son las siguientes:

Tabla 4
Promedio de puntos Sten en las diferentes escalas del 16FP simplificado según grupo muestral

En su totalidad, la muestra se diferencia significativamente de lo normal en el factor I, donde este grupo resulta mucho más sensible y emocional que la población. Los restantes factores se mantienen dentro del límite de confianza de ± 1 desviación típica (σ = 2, µ = 5.5, límites: 3.5 a 7.5).

Es interesante notar que los estudiantes universitarios constituyen una población cuasi normal, con valores Stens centrados alrededor de la media de 5.5. Los presidiarios muestran elevado el factor I (Sensibilidad), relativamente elevado es el factor N (Astucia) y el Q3 (Autocontrol) y sin ningún factor más bajo de lo normal.

Por otra parte, los solicitantes de permiso de armas de fuego muestran elevado el factor I (Sensibilidad), el factor C (Madurez), el Q3 (Autocontrol), bajo el factor Q4 (Relajado), y casi al borde de la significatividad el factor O (Ausencia de Culpabilidad).

Comparación de resultados

Un objetivo básico de la investigación fue determinar si existen diferencias apreciables entre los diferentes grupos en función de los factores de personalidad. Para eso se sometieron los datos a diversos procesos analíticos, detallados a continuación.

Diferencias significativas entre factores tradicionales según el grupo

Por medio del análisis de varianza (ANOVA) y los tests post-hoc (Tukey) se determinó el grado en que los grupos se diferencian en sus respuestas a los factores tradicionales del 16FP. Se observan diferencias significativas en todos los factores, en función del grupo. El análisis post-hoc de Tukey ubica estas diferencias en la siguiente tabla:

Tabla 5
Diferencias de medias y significatividad de las diferencias

 

El grupo SOLICITANTES de armas de fuego obtiene valores más elevados, significativamente en la escala DM (distorsión motivacional o índice de mentira) que los otros dos grupos (estudiantes y presidiarios). Se distingue de los PRESIDIARIOS por obtener diferencias en los factores: A (más Sociable), C (más Madurez), E (menos Dominante), I (más Sensible), N (menos Astuto), O (menos Culpabilizante), Q1 (menos Rebelde), Q2 (menos Autosuficiente) y Q4 (menos Tenso).

El SOLICITANTE, comparado con el ESTUDIANTE, se distingue en el factor A (más Afectivo), C (más Estable), E (menos Dominante), F (menos Entusiasta), G (más Conformista), I (más Sensible), L (menos Suspicaz), M (más Imaginativo, Creativo), N (menos Astuto), O (menos Culpabilizante), Q3 (más Autocontrolado) y Q4 (menos Tenso).

Comparados con los ESTUDIANTES, el grupo de PRESIDIARIOS se distingue en el factor F (menos Entusiasta), G (más Conformista), H (menos Osado), I (más Sensible), N (más Astuto), Q2 (más Autosuficiente), Q3 (más Autocontrolado).

Luego, se procedió a analizar e identificar las posibles diferencias entre los presidiarios de acuerdo a sus factores de personalidad según el tipo de delito, encontrándose que no existen diferencias marcadas entre ellos en función del tipo de delito cometido, por lo que se consideró más conveniente asumirlos como un grupo homogéneo.

Diferencias entre presidiarios y no presidiarios

La siguiente tabla muestra los resultados de la significatividad de las diferencias de promedio entre los factores de personalidad según se es presidiario o no (los No-Presidiarios incluyen a Estudiantes Universitarios y a Solicitantes de Permiso de Porte de Armas).

Tabla 6
Resultado de ANOVA entre presidiarios/no presidiarios en los factores del 16FP

La tabla está ordenada con base a la magnitud de la diferencia de promedios entre ambos grupos, y en cada factor. El perfil promedio del presidiario es más Culpabilizante (O), más Autosuficiente (Q2), más Astuto (N), más Tenso (Q4), más Conformista (G), más Rebelde (Q1), menos Distorsionador (DM), menos Osado (H), menos Entusiasta (F) y menos Estable (C) que el no presidiario.

De todos modos, llama la atención el hecho de que, aunque se aprecien diferencias en algunos factores, y que esas diferencias sean estadísticamente significativas, la inspección visual del PERFIL revela que la FORMA del perfil es semejante: No se aprecia, en realidad, que los factores se ubiquen en posiciones diametrales unos con otros, sino que en algunos casos están más o menos elevados entre los grupos, pero en general respetando la tendencia global. Este hecho motivó que se analizaran los perfiles y la semejanza global entre ellos, usando para tal fin el coeficiente de semejanza de perfiles, propuesto por Cattell y Tatsuoka (Seisdedos, 1981. Pág. 74:81)

Preguntas significativas

Dado que el enfoque a través de los factores tradicionales de personalidad de Cattell no aportaba conclusiones contundentes, se procedió a intentar otro acercamiento. Básicamente, el proceso seguido se resume en los siguientes pasos:

a.  Identificación de las preguntas discriminantes
b. Identificación de la respuesta discriminante, al interior de la pregunta discriminante
c. Construcción de la escala reducida con preguntas discriminantes, puntuadas en la dirección de la respuesta discriminante
d. Factorización de la nueva escala reducida
e. Selección de factores extraídos más discriminantes
f. Contrastación de factores contra el modelo de Cattell
g. Reducción de ítems en los factores extraídos
h. Contrastación del modelo de factores reducido contra el modelo completo
i. Construcción de un modelo de interacción factorial discriminante

  a. Identificación de las preguntas discriminantes

Por «pregunta discriminante» se entiende preguntas que por su respuesta permitan distinguir entre presidiarios y no presidiarios.

Las respuestas a las preguntas del cuestionario fueron sometidas a análisis de ANOVA, con test post-hoc, a fin de identificar, en cada una de ellas, cuál RESPUESTA (A, B ó C) discriminaba entre presidiarios o no, y cuál era la respuesta menos discriminante. La comparación se hacía considerando SER PRESIDIARIO como el valor 1, y NO PRESIDIARIO como el valor 0 (dummy). En ese sentido, se analiza la media de la CATEGORIA que da la respuesta (A, B ó C), y el valor es la probabilidad de que la respuesta identifique a los presidiarios: Mientras más cercana a 1.0 sea esa media, mayor es la probabilidad de que la respuesta sea dada por ese grupo.

b. Identificación de la RESPUESTA discriminante, al interior de la pregunta discriminante

El análisis post-hoc y los subconjuntos homogéneos realizados permitieron identificar cuáles preguntas poseen respuestas que discriminan entre el grupo de presidiarios y el de no-presidiarios, y cuál es la respuesta que más discrimina entre ambos.

c. Construcción de la escala reducida con preguntas discriminantes, puntuadas en la dirección de la respuesta discriminante

Sobre la información anterior se seleccionaron las preguntas con valor de significación igual ó menor a 0.05. Esto permitió seleccionar 49 preguntas, consideradas las más discriminantes, así como se identificaba la respuesta más y la menos discriminante. De esta manera, se construye la Escala 49, cuyos descriptivos se pueden apreciar en la siguiente tabla:

Tabla 7
Estadística comparativa de perfiles descriptivos de la Escala 49

La Escala 49 es una distribución prácticamente homoscedática, tal como se puede observar en el gráfico siguiente, con una media de 58.1 y desviación de 11.5.

Desv. tip= 11 53
Media= 58.1
N= 288.00

Figura 1Distribución de la Esc 49, con curva normal superpuesta

Discriminación entre presidiario/no presidiario de la Esc49, cuando se analiza la Esc49 en función a si se es o no presidiario, se obtienen los siguientes parámetros descriptivos:

Tabla 8
Síntesis de valores paramétricos de Esc49, según ser o no presidiario

La prueba t de diferencias de medias arroja los siguientes datos: Diferencia de medias = -15.1111, t = -13.252, gl = 284, p < 0.001; por lo que se concluye que la Esc49 es altamente discriminante entre los dos grupos.

d. Factorización de la nueva escala reducida

El siguiente paso en el proceso de análisis fue someter la Escala 49 a análisis factorial, para identificar subescalas subyacentes en la misma. Se procedió a realizar una extracción de componentes principales, con rotación varimax, de donde se obtuvo 16 factores que explican el 58% de la varianza. Antes de interpretar los factores extraídos, se procedió a probar los mismos y su poder discriminante en el contexto de ser o no presidiario.

e. Discriminación de los factores extraídos

Las puntuaciones factoriales fueron guardadas como variables (Fact01, Fact02, …, Fact16), sobre las que se realizaron varios tipos de análisis.

El análisis de varianza de los factores identifica aquellos que, por sí mismos, son discriminantes entre ser o no presidiario. La siguiente tabla muestra los valores de significatividad de cada factor para realizar esa distinción:

Tabla 9
ANOVA de los componentes factoriales con respecto a ser o no presidiario

Figura 2Medias de las puntuaciones factoriales extraídas respecto a ser o no presidiario.

En este contexto, los factores 6, 14 y 15 no son significativos por sí solos para discriminar entre presidiarios o no. Todos los demás factores son altamente significativos por sí solos.

 

Figura 3 Distribución del intervalo de confianza de la Media, según grupo de pertenencia

Se quería, en esta sede, identificar cómo interactúan entre sí los factores y cómo se entrelazan para explicar el fenómeno que se quiere observar (conducta delictiva). Por eso se recurre a una segunda aproximación, que fue el construir un modelo de regresión logística binaria, donde se busca determinar el nivel de probabilidad de clasificar un caso como perteneciente a un determinado grupo, partiendo de la interacción de otros indicadores de variables.

Se corrió un modelo con los 16 factores extraídos del análisis, utilizando la técnica de «solución hacia atrás»: El programa introduce todas las variables solicitadas, pero procede por pasos, eliminando aquellas que muestran los niveles de discriminación menos significativos en el modelo (dado por la covarianza intragrupo), hasta llegar al modelo óptimo, donde todas las variables retenidas son significativas para el modelo.

La salida, además de las tablas de ANOVA y los coeficientes beta, ofrece también un índice pronóstico para que un determinado caso sea considerado como perteneciente al grupo. Por defecto, el programa asume que valores del índice inferiores a 0.5 llevan a la pertenencia al grupo 0, mientras que valores de 0.5 ó más indican pertenencia al grupo alternativo (1).

Los resultados del modelo, al introducir los 16 factores extraídos del Análisis Factorial fueron los siguientes: El programa se detuvo en el 4º paso2, aunque todos fueron significativos.

Tabla 10
Pruebas ómnibus sobre los coeficientes del modelo

El Modelo 4 presenta una R2 de Nagelkerk de 0.575, lo que significa que explica casi el 60% de la varianza observada.

 Tabla 11
Tabla de clasificación

Tabla 12
Porcentaje de acierto en pronóstico

Como puede observarse, el 90% de los no presidiarios y el 68% de los presidiarios son correctamente clasificados a través de este modelo.

f. Contrastación de factores contra el modelo de Cattell

La correlación de las escalas derivadas del análisis factorial con los factores clásicos de Cattell mostró que no existe un patrón definido de correspondencia.

g. Reducción de ítems en los factores extraídos

Una vez que se comprobó el valor predictivo de los factores extraídos, se procedió a reducir dichos factores, conservando solamente aquellas preguntas que tenían valores de saturación absolutos mayores de 0.20.

Los 16 factores retenidos fueron los siguientes:

1º Factor: Impulsividad Aislada, preguntas que retratan una persona más bien impulsiva, algo agresiva y expansiva, que prefiere estar por su cuenta, no le gusta compartir ni intercambiar socialmente y que no acepta interferencia de los demás en sus asuntos, algo cínica respecto a las intenciones y motivaciones de los demás.


2º Factor: Aislamiento Introverso
, preguntas que se refieren a una persona que excluye a los demás y no es tan agresiva. Prefiere trabajar y actuar a solas y le molesta la ingerencia de los otros. Es de personas aisladas, introversas, algo cohibidas y centradas en sí mismas.

3º Factor: Moralismo Sofisticado, preguntas que denotan una visión de patrones morales y sociales, con un énfasis en la eficiencia y el orden.

4º Factor: Autosuficiencia Autoritaria, preguntas que detallan una actitud de autosuficiencia y de rechazo a la injerencia de los demás, apegándose a patrones tradicionalistas, actitud dominante y una autovaloración positiva.

5º Factor: Inhibición, preguntas que reflejan un carácter inhibido, tímido, reprimido y cauteloso, temeroso de los demás, a quien no le gusta dirigir y que desconfía de sus habilidades para enfrentarse con los demás.


6º Factor: Despreocupación
, preguntas que refieren un carácter algo despreocupado, paciente, sin importarle mucho la opinión de los demás sobre sí mismo, ni por el futuro. No «sufre demasiado» las cosas.


7º Factor: Des-humor
, preguntas que reflejan una persona carente de sentido de humor, retraída y, más bien, portada al rechazo a la diversión y a la expansión del alma, conservadora y «apagada».


8º Factor: Escapismo
, preguntas que muestran personas preocupadas, intolerantes a las opiniones adversas y que prefiere no tener responsabilidades ni planificación. Suele mostrar una actitud de escape hacia los deberes.

9º Factor: Retraimiento preocupado, preguntas que ponen de manifiesto las personas que se retraen a rumiar sus problemáticas, y que se sienten faltas de estímulo y con poca confianza en sí mismas. Está sumergido en preocupaciones y cavilaciones.


10º Factor: Retraimiento Agresivo
, preguntas que refieren a una persona que es más bien retraída, un poco agresiva con quien no concuerda con sus puntos de vista, deseoso de «progreso social» y retraída en su expresión emocional.


11º Factor: Desconfianza
, preguntas que retratan a personas que no creen mucho en los demás, desconfían de las intenciones, con una actitud preocupada y aspectos de inestabilidad personal, no les gusta planificar.


12º Factor: Angustia
, preguntas que refieren a personas que están centradas en sí mismas, con preocupaciones derivadas de sus propios impulsos. Suelen ser más bien depresivos, preocupados y ansiosos, tanto hacia su pasado como a su futuro.


13º Factor: Impulsividad Intranquila
, preguntas que relatan sobre personas que lucen preocupadas, impulsivas, intranquilas, y deseosas de establecer su propio valor. Lucen preocupadas y necesitadas de actividad para disipar sus ansiedades.


14º Factor: Negativismo Social
, preguntas que reflejan personas que rechazan el contacto social y la dirección de grupos. Este factor también fue descartado en el análisis discriminante, y parece sugerir una actitud negativista hacia los demás, con despreocupación.


15º Factor: Dependencia
, preguntas que aportan poco a la discriminación del modelo de regresión. Parece sugerir personalidades histeriformes, y cierto nivel de incertidumbre sobre la propia valía.


16º Factor: Rechazo al Liderazgo
, preguntas que reflejan personas que rechazan el liderazgo, pero que aun así se involucran y son relativamente agresivas, aunque sin asumir la conducción del grupo.

h. Contrastación del modelo de factores reducido contra el modelo completo

Se generaron puntuaciones en los factores reducidos, derivadas de la dirección significativa de la escala, según el estudio de discriminación de respuestas antes citado, y por el signo del coeficiente de saturación factorial. Esto llevó a construir 16 escalas, que reflejaban la reducción escalar (en el número de preguntas y en el procedimiento de cómputo de las mismas). Estas 16 nuevas escalas se compararon con las puntuaciones factoriales obtenidas automáticamente durante el análisis factorial.

Se usó el Coeficiente de correlación Pearson entre el modelo factorial y las escalas reducidas, mostrando que cada factor de la extracción se correlaciona fuerte y significativamente con su correspondiente escala reducida. Luego se procedió a normalizar dichas escalas reducidas y a comprobar sus parámetros, desde el punto de vista psicométrico. Las escalas reducidas originales fueron normalizadas y se computó el respectivo Sten para cada sujeto en la muestra. Sobre estas puntuaciones normalizadas se volvió a correr la regresión logística, con el fin de determinar la función de probabilidad clasificatoria con base en puntuaciones normalizadas.

i. Construcción de un modelo de interacción factorial discriminante

Las nuevas escalas fueron asumidas como el modelo más idóneo para la interpretación de los resultados de la Esc49. Para identificar la eficacia de estas escalas y diferenciar entre presidiarios o no, se empleó también la regresión logística con un modelo similar al empleado para las escalas factoriales completas. Este proceso alcanza sus valores óptimos al noveno modelo. Se encontró que el 85.7% de los casos son adecuadamente clasificados por el modelo (94% para no presidiarios y 70% para presidiarios).

Tabla 13
Resumen de los modelos

Tabla 14
Acierto del modelo en la clasificación

 Tablas de clasificación

a. el valor de corte es .500

El 85.7% de los casos son adecuadamente clasificados por el modelo (94% para No-presidiarios y 70% para presidiarios).

Tabla 15
Coeficientes del modelo

Las variables involucradas en el modelo son los factores 3, 4, 6, 7, 8, 9, 12 y 13.

Sobre estas escalas se puede pues construir una nueva «Escala de Pronóstico de Delincuencia». La probabilidad de pertenecer a un determinado grupo se calcula sobre la base de la puntuación z obtenida por una determinada persona, en función de las puntuaciones stens de los factores que entran en la ecuación:

 El valor de z, asociado a cada sujeto, estará dado por la fórmula:

 Z= 0.41 * St_03 + 0.274 * St_04 + 0.257 * St_06 + 0.365 * St_07 + 0.275 * St_08 + 0.209 * St_09 + 0.407 * St_12 + 0.333 * St_13 + -15.142

 Este valor de z debe ser convertido en la PROBABILIDAD de que la persona pertenezca al grupo 1 (presidiarios, en nuestro caso), lo cual se obtiene por la conversión como:

Un segundo modelo de regresión se calculó incluyendo en el mismo la escala 49. Este modelo explica el 63% de la varianza observada, siendo el poder de pronóstico del modelo muy alto, ya que logra clasificar correctamente el 85% de los casos: 92% de los no presidiarios y 72% de los presidiarios.

Este modelo explica el 63% de la varianza observada:

Tabla 16
Resumen de los Modelos

Resumen de los modelos

El poder de pronóstico del modelo es muy alto, ya que logra clasificar correctamente el 85% de los casos: 92% de los No-Presidiarios y 72% de los presidiarios.

 Tabla 17
Tabla de clasificación de los casos

Tablas de clasificación

a. el valor de corte es .500

Los coeficientes obtenidos son los siguientes, para el modelo retenido:

Tabla 18
Coeficientes del Modelo logístico, con Esc49 incluida

Nótese que los factores F01, F04, F05, F10, F11 y F15 tienen una contribución NEGATIVA, mientras que el F07, F12 y F13, junto con la escala 49, contribuyen positivamente.

Sobre estos valores se puede construir la formula para el cálculo de z, a partir de los puntos Sten en las escalas y de las puntuaciones directas de la Esc49, como sigue:

PR2 = -0.675 * St_01 – 0.293 * St_04 – 0.467 * St_05 + 0.196 * St_07 – 0.42 * St_10 – 0.375 * St_11 + 0.203 * St_12 + 0.208 * St_13 – 0.177 * St_15 + 0.404 * ESC49 -15.027)

El nivel de correlación entre este valor de probabilidad de pertenencia a un grupo y el calculado sin la escala 49 se muestra a continuación:

Figura  4.  Dispersión y correlación de las probabilidades calculadas con y sin la Esc49

Entre ambos modelos se obtiene un 0.85 de coeficiente de correlación, muy alto. Es posible disponer de ambos índices, y utilizarlos combinadamente para un mejor pronóstico. En todo caso, si existiese una disparidad muy grande entre ambos valores de probabilidad, es más confiable el ofrecido por la fórmula calculada con la esc49.

Se sugiere considerar una zona limítrofe para clasificar el riesgo de semejanza de perfiles de personalidad con la de los presidiarios, mediante el siguiente esquema en la tabla 19:

Tabla 19
Rango de probabilidades

Figura 5Promedio de grupo en las escalas retenidas

El grupo de presidiarios obtiene puntuaciones más elevadas en casi todas las escalas, excepto en la escala 6 (Despreocupación), en la que es el grupo de solicitantes de permisos quienes, en promedio tienen, las puntuaciones más altas, y en la escala 14 (Negativismo Social), donde junto con la 15 (Dependencia), no parece haber diferencias entre los grupos.

Confiabilidad de las escalas nuevas

Para cada una de las nuevas escalas se calcularon los valores de confiabilidad (Alfa de Cronbach), así como para la Ec49. Los valores de confiabilidad oscilan entre .21 y .67, con la excepción de la escala 6, que posee una confiabilidad sumamente baja (-.006). De todas maneras, hay dos acotaciones que formular:

a. La confiabilidad de las escalas está calculada sobre el archivo intermedio que se elaboró para calcular la Esc49. En ese sentido, la dirección de las respuestas no obedece al esquema de la escala en sí, sino a la plantilla para la Esc49.

b. La cantidad de ítem en las escalas es muy baja. Nótese cómo mejora la confiabilidad para la escala Esc49, (a = 0.81) con 49 preguntas.

Posteriormente, se establecieron las características de los grupos normativos, según las escalas retenidas sobre la base de los promedios de los tres grupos, encontrándose que el grupo de presidiarios obtiene puntuaciones más elevadas en casi todas las escalas, excepto en la escala 6 («Despreocupación»), en la que es el grupo de solicitantes de permisos de armas de fuego, quienes tienen las puntuaciones más altas en promedio, y en la escala 14 (Negativismo Social) donde, junto con la 15, no parece haber diferencias entre los grupos. Las comparaciones de las medias en la escala normalizada, señalan que solamente en los factores 6, 14 y 15, las escalas no logran discriminar entre los grupos, por lo que se sugiere que aunque la escala 6 y 15 se utilicen para calcular el valor z para el cálculo de probabilidad, se saque de la interpretación escala por escala, al igual que se debería hacer con la escala 14.

Significados de las escalas conservadas

Se procedió a interpretar teóricamente los valores Sten de las escalas, los que deben ser confirmados con otros tipos de estudio de seguimiento sobre las mismas. Contrarias al test de 16 FP de Cattell, las interpretaciones no son bipolares sino que responden a una interpretación de tres puntos: Valores 9 y 10, valores 5 y 6; y valores 1 y 2. Para los Stens 3, 4, 7 y 8, considerados de «transición» entre dos grupos, no se debe realizar ninguna interpretación. (Véase en anexo el significado de las escalas según la puntuación Sten).

Versión definitiva de la prueba

Se construyó la versión definitiva de la prueba en forma de cuadernillo con hoja de respuestas. Se suprimieron las «caritas» de las respuestas, que se sustituyeron por «SI», «No Sé» y «No». Se elaboró un manual de aplicación y un programa computarizado para la corrección, interpretación y el reporte de los resultados.

Discusión y Conclusión

Tras la creación de la Comisión Médica de la Secretaría de Estado de Interior y Policía en el 2003, los cuestionarios de salud mental anteriormente utilizados para seleccionar y autorizar permisos para portar armas de fuego en los solicitantes, mostraron ser muy poco idóneos o confiables para pronosticar riesgo potencial de conductas delictivas en dichos candidatos.

El presente estudio, diseñado y ejecutado por su autora, quien dirige el Instituto de Psicología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y cuyos aspectos metodológicos fueron dirigidos por Evaluaciones Psicológicas Sistémicas, se abocó a construir la escala reducida de Factores de Personalidad Asociada con la Posibilidad de Conductas Delictivas (FPACD) o Esc49, para lo cual se aplicó la prueba 16 FP de Cattell a grupos diferenciados (presidiarios y no presidiarios), concluye mostrando la confiabilidad y validez necesaria del nuevo instrumento. Primero, por el alto poder del modelo empleado para pronosticar las diferencias entre los grupos según los rasgos de personalidad, y segundo, por el nivel de confiabilidad mostrado, a excepción de las escalas 6, 14 y 15, validando la utilidad práctica de la Escala FPACD para los fines que fue concebida. Sólo resta continuar su aplicación, evaluar y contrastar con otros instrumentos diagnósticos los resultados de esta nueva creación.

Notas

Para finales del año 2004 la Secretaria de Estado de Interior y Policía interrumpe el acuerdo que creó la Comisión Médica entre esa institución, la Universidad Autónoma de Santo Domingo y el Colegio Médico Dominicano, dejándose a merced de instituciones privadas la evaluación y selección de los portadores de armas de fuego (un evidente retroceso de los procedimientos avanzados que se habían iniciado anteriormente en el área). Por otro lado, una de las limitaciones del estudio realizado para la creación de la nueva escala, fue la falta de homogeneidad de los grupos de la muestra en cuanto al sexo, predominantemente masculino en presidiarios y portadores de armas de fuego y femenino en estudiantes universitarios, lo que de alguna manera pudo alterar los resultados comparativos. Por razones lógicas, no se anexa el Cuestionario de Factores de Personalidad Asociados a Conductas Delictivas (FPACD) o Escala 49, y sólo se presentan los rasgos personales que mide dicha prueba. Un sinnúmero de cuadros y gráficos estadísticos (más de 112 en total) por problemas de espacio no pudieron ser incluidos en el presente artículo.

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2 No se presentan todas las salidas producidas, limitándonos a los datos esenciales

Referencias

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ANEXO

Significado de las escalas: Cómo es la persona, según su puntuación Sten en la ESC49.

Citar:

Brea, M. & Domínguez, L.  (2005, 08 de septiembre). Creación de la escala Factores de personalidad asociados a conductas delictivas - FPACD, para ser utilizada en la selección de candidatos a portar armas de fuego en República Dominicana. Revista PsicologiaCientifica.com, 7(14). Disponible en: https://psicologiacientifica.com/escala-conductas-delictivas-seleccion-candidatos-a-portar-armas-de-fuego

7 comentarios en «Creación de la escala Factores de personalidad asociados a conductas delictivas – FPACD, para ser utilizada en la selección de candidatos a portar armas de fuego en República Dominicana»

  1. El trabajo me pareció excelente. Yo trabajo con el tema y me arreglaba con el Test de personalidad de Million, adaptándolo según una modalidad alterna, pero esto es. Cómo me pongo al tanto de la modificación que han realizado? Los felicito sinceramente.

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  2. Felicidades… Ojalá y nos siga ilustrando con sus luces, enhorabuena y gracias por compartir. En México seria de muchísima utilidad conocer esta herramienta, cada día la portación de arma es a mi pensar un mal remedio. Pronto será una práctica más común y que mejor que tomar con responsabilidad nosotros nuestra profesión.

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  3. Estudio psicología y estoy realizando mi tesis de pre-grado, mi tema de investigación es muy similar. «Perfil psicológico de sujetos con portes de armas de fuego». Felicitaciones excelente trabajo.

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  4. Es un trabajo interesante para los psicólogos que trabajamos en empresas de seguridad y que no encontramos en el mercado pruebas psicométricas que nos ayuden a medir los perfiles delincuenciales o de personalidad, de aquellas personas que manejan armas de fuego y que en el común de la gente que ocupa esos cargos son personas de bajo nivel educativo con problemas emocionales es decir, familiares o de pareja.

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  5. Felicito a la autora de esta interesante investigación y adaptación. Nos aporta luces a quienes trabajamos con FP-16. Es una demostración de la versatilidad de un instrumento que puede arrojar resultados interesantes en la investigación de conductas delictivas, como fue el caso. Gracias por su contribución.

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  6. Soy psicóloga, con especialización Jurídica. Trabajo en una empresa privada que actualmente está trabajando conjuntamente con el Ministerio de Defensa en un proyecto que busca en estandarizar exámenes para el porte de armas. Lo expuesto en el artículo me interesa mucho, puede ser una de las herramientas que implementen para tal efecto. La idea es estandarizar pruebas a nivel nacional para reglamentar los permisos para el porte de armas. Gracias.

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  7. Este inventario me parece bueno porque a través de este se puede dar otra visión al perfil psicológico del delincuente, por lo tanto, me parece buena idea que pongan este tipo de pruebas para dar a conocer que existe un amplio panorama de estudio a para tratar el perfil psicológico.

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