TDAH en niños: Impacto en la calidad de vida y niveles de ansiedad

Elizabeth Zambrano-Sánchez, José A. Martí­nez-Cortés, Yolanda del Rió Carlos, Minerva Dehesa Moreno, Francisco Vázquez Urbano, Mayra Zambrano Sánchez
Instituto Nacional de Rehabilitación, México

Resumen

Se analizó la calidad de vida y la ansiedad manifiesta en niños diagnosticados con y sin Trastornos de la Atención. La muestra estuvo representada por 302 niños de entre 7-12 años, provenientes de escuelas oficiales primarias. Mediante evaluación neurológica y paidopsiquiatrica, aplicación de la prueba de inteligencia Wechsler (WISC-R), cuestionario para maestros Criterios Diagnósticos de TDAH del DSM-IV-R para padres y maestros y el cuestionario de Calidad de vida para niños con Imágenes (AUQUEI), para facilitar la identificación y medición de los componentes de la calidad de vida que se relacionan con la conducta del niño en la escuela, en el hogar y la Escala de Ansiedad manifiesta en niños Revisada (CMAS-R). Los resultados muestran que los niños con TDA-H presentan deficiencias en los factores de relaciones, vida familiar y otros.

Palabras clave: calidad de vida, Trastorno por déficit de atención, escolares.

El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), es un trastorno propiamente de la infancia, cuyos síntomas fundamentales son la inatención, la hiperactividad e impulsividad (Poblano y Cols., 1994; De la Rosa, 1999; Fernández y López, 2004; Fernández, 2007).

Son pocos los estudios sobre validez, pronóstico y otras medidas de TDAH en la población preescolar, pero la importancia de una detección temprana es trascendental para evitar las consecuencias negativas y comorbilidad de este trastorno (Fletcher T, y Klinger, 1995; Sauceda y cols., 2007).

Generalmente, los niños diagnosticados con TDAH presentan comorbilidad con Trastorno oposicionista desafiante, trastorno disocial, trastorno de conducta, etc. específicamente el trastorno de conducta (TC) consiste en un patrón persistente de violación de las reglas sociales y los derechos de los otros, contando con cuatro categorías de síntomas: agresión a las  personas y a los animales, destrucción de la propiedad privada, así como mentira, robo y violaciones graves a las reglas. Los rasgos distintivos del TDAH, hacen que estos niños puedan violar las reglas de la casa y de la escuela, pero no son disruptivos, mientras que en el TC sí se da esta condición, además, en el TDAH, la hiperactividad va unida a un bajo desarrollo de las habilidades atencionales, en el TC esto no ocurre (Michanie, 2000; Farré y Narbona, 2001; Wilens, Biederman, Brown, y cols., 2002).

Por lo que es muy importante diagnosticar en forma temprana el TDAH en escolares y su comorbilidad, para evitar complicaciones en el niño, así como sentimientos negativos hacia éste por parte de los padres y profesores (Wilens, Biederman, Brown, y cols., 2002).

El  conocimiento de la calidad de vida y su medición es una prioridad para los profesionistas  que atienden a pacientes con TDAH, con la finalidad de mejor su calidad de vida. Existen muchos estudios que hacen referencia al comportamiento social y emocional, y el funcionamiento académico de los niños y los adolescentes con TDAH; sin embargo, hay muy pocos trabajos en el tema de cómo los individuos con TDAH auto evalúan el nivel de calidad de vida.

Para conocer en forma detallada, cómo el TDAH afecta el desarrollo integral de los niños y adolescentes, es necesario saber cómo es la experiencia en las vidas de los individuos que tienen el trastorno.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la calidad de vida es: «la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, sus expectativas, sus normas, sus inquietudes. Se trata de un concepto muy amplio que está influido de modo complejo por la salud física del sujeto, su estado psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales, así como su relación con los elementos esenciales de su entorno».

No existen instrumentos específicos diseñados para medir calidad de vida en los niños con TDA-H. En este trabajo utilizamos el cuestionario de Calidad de vida para niños con Imágenes (AUQUEI), ya que nos  puede facilitar la identificación y la medición de los componentes de la calidad de vida que se relacionan con la conducta del niño en la escuela y en el hogar.

La identificación de la calidad de vida es fundamental para proporcionar consejería a nivel familiar de manera adecuada y oportuna, así como para proponer la integración de los pacientes a los programas grupales de intervención, dirigidos a fomentar estilos de vida «favorables”.

Método

Sujetos

Se evaluaron 302 niños de 7 a 12 años de edad cronológica, (enviados de escuelas con sospecha de TDAH), mediante evaluación  neurológica,  paidopsiquiatrica, psicológica y neupsicológica, con la finalidad de excluir de la muestra  a todos los pacientes con deficiencia mental, epilepsia o algún otro daño o alteración neurológica o psiquiátrica importante como el autismo, o que hubieran sido sometidos a algún tipo de pruebas psicológicas, neuro-psicológicas o tratamiento para TDAH en los últimos seis meses: además se informó a los padres o tutores legales el alcance de la investigación y sus propósitos y posibles beneficios para sus niños, los que estuvieron de acuerdo procedieron a firmar el formato correspondiente del INR.

Los criterios del exclusión fueron: Retardo mental, epilepsia, hipoacusia,  desordenes neurológicos que alteren el desarrollo neurológico o psiquiátrico, enfermedades  crónicas que provoquen  ausentismo escolar o que hubieran sido examinados con las pruebas de Whesler en los últimos seis meses. El grupo control se conformó con niños asintomáticos de la misma edad y de las mismas escuelas que no cumplieron con los criterios del DSM-IV-R para TDAH.

A los padres y maestros de los niños se les proporcionaron los cuestionarios “Criterios diagnósticos de TDA e hiperactividad (TDA-H)” del Manual de Criterios Diagnósticos y Estadísticos para los Trastornos Mentales (DSM-IV-R). Se les explicó el significado de los reactivos, haciendo hincapié en que dichas conductas a evaluar deben haberlas observado por lo menos durante los últimos seis meses.

Para identificar a los niños con TDA, se llevó a cabo una valoración multidisciplinaria en la cual se incluyeron los servicios de neurología, psicología, paidopsiquiatria, neuropsicología y neurofisiología, así como la opinión de los padres y de los maestros a través de los cuestionario DSM-IV-R, respectivamente. El diagnóstico se realizó ante la coincidencia de todas las evaluaciones en al menos 2 ambientes diferentes. Los niños se clasificaron de acuerdo a cada uno de los 3 subtipos de TDA reconocidos por el DSM-IV-R. TDA combinado (-C), con predominio de la inatención (-I) y con predominio de hiperactividad-impulsividad (-H).

Instrumento

Para evaluar la calidad de vida de los sujetos, se aplicó el cuestionario de Calidad de vida para niños con Imágenes (AUQUEI), en dos ocasiones, con un intervalo de seis meses. El AUQUEI, es un cuestionario especifico para población infantil que proporciona un perfil de satisfacción desde el punto de vista del niño, adaptado y validado en castellano (García Fernández y Col, 2000). Es un cuestionario dirigido a los niños de 6 a 12 años. Está formado por 26 preguntas que exploran las dimensiones familiares, sociales, actividades, salud, funciones corporales y separación. Las puntuaciones 0, 1, 2 y 3 corresponden respectivamente a muy infeliz, infeliz, feliz y muy feliz, lo que posibilita la obtención de una puntuación única como resultado de la suma de las puntuaciones atribuidas a los ítems.

Los ítems del cuestionario se agrupan en 4 factores: F1: Vida familiar y relacional, este rubro se refiere al estado anímico del niño al finalizar el día y como se siente antes de ir a acostarse, la relación con sus padres, cuando piensa en ellos y el  sentimiento que esto le genera;  así mismo,  la imagen que tiene del niño cuando sus padres hablan de él.   F2: Ocio,   se refiere al área lúdica, principalmente la relación que establece con sus hermanos a través del juego; así como con sus  compañeros en la escuela a la hora del recreo; el festejo por parte de sus familia el día su cumpleaños y su sentimiento ante este evento; las actividades que realiza en casa durante las vacaciones, las relación que establece con sus abuelos; y las actividades recreativas que realiza en su tiempo libre, como ver T.V.., etc.  F3: Separación,  se refiere al sentimiento que expresa el niño cuando está lejos de su familia, cuando juega solo, cuando duerme fuera de casa. F:4 Rendimientos,  explora el estado físico y mental del niño en cuanto a su rendimiento en clase, al hacer su tarea, en las actividades que le pide su maestra que realice en la escuela,  y cómo se siente cuando recoge las calificaciones en la escuela.

El cuestionario tiene  cuatro caras, las cuales son utilizadas para facilitar la comprensión de los niños acerca de los distintos estados emocionales.

Se evalúo la ansiedad manifiesta en los niños  a través del cuestionario CMAS-R subtitulada “Lo que pienso y siento” es un instrumento que consta de 37 reactivos, diseñado para valorar el nivel y la naturaleza de la ansiedad en los niños y adolescentes de 6 a 19 años de edad. La CMAS-R consta de cinco puntuaciones. La puntuación de Ansiedad total se basa en 28 reactivos de ansiedad. Estos 28 reactivos también están divididos en tres subescalas de ansiedad: Ansiedad fisiológica, Inquietud/Hipersensibilidad y Preocupaciones sociales/concentración. Los nueve reactivos restantes del CMAS-R son parte de la subescala de Mentira. La puntuación natural en cada subescala es el número de reactivos marcados “Sí” para esa subescala. La subescala de Ansiedad fisiológica se compone de 10 reactivos. Esta escala está asociada con manifestaciones fisiológicas de ansiedad como dificultades del sueño, náusea y fatiga. La subescala de Inquietud/hipersensibilidad, compuesta de 11 reactivos, está asociada con una preocupación obsesiva acerca de una variedad de cosas, la mayoría de las cuales son relativamente vagas y están  mal definidas en la mente del niño, junto con miedos de ser lastimado o aislado de forma emocional. La subescala de Preocupaciones Sociales/Concentración consta de siete reactivos, esta es comparable con la subescala de Ansiedad fisiológica en su confiabilidad y es particularmente útil para discriminar a los niños que tienen problemas escolares.  Se concentra en pensamientos distractores y ciertos miedos, muchos de naturaleza social o interpersonal, que conducen a dificultades con la concentración y la atención. También se encuentra una subescala de Mentira diseñada para detectar conformidad, conveniencia social, o la falsificación deliberada de respuestas, se compone de nueve reactivos. Una puntuación elevada requiere que el clínico determine si el niño daba respuestas válidas para la Escala de Ansiedad o sólo marca “Sí” a cualquier reactivo, o bien trata de complacer al examinador.

Se aplicó la prueba de Wechsler  (WISC-R), Escalas de Inteligencia Revisada para el Nivel  Escolar, para conocer coeficiente intelectual de los sujetos y descartar aquellos que tuvieran un CI menor a 90.  Esta prueba incluye dos escalas: La Escala Verbal, que está compuesta por los siguientes sub-pruebas: Información, Semejanzas, Aritmética, Vocabulario, Comprensión, Retención de Dígitos. La Escala de Ejecución que incluye las siguientes sub-pruebas: Figuras Incompletas, Ordenación de dibujos, Diseño con cubos, Composición De Objetos, Claves y Laberintos. La prueba fue aplicada por un psicólogo sin la presencia de los padres de los niños, siempre que fue posible. La prueba se aplicó de acuerdo a las instrucciones del Manual de Aplicación del WISC-R, alternando una sub-prueba de la escala verbal y una de la escala ejecutiva. En cada sub-prueba se tuvo en cuenta la edad de los niños para determinar el número del reactivo con el cual debería iniciarse la aplicación, ya que esto determinara la puntuación definitiva. Las puntuaciones en las pruebas de CI obtenidas se clasificaron de la siguiente manera: > 130 Muy-Superior; 120-129 Superior; 110-119 Normal-Alto; 90-109 Normal; 80-89 Normal-Baja; 70-79 Limítrofe; 50-69 Deficiente-Mental.

Estadística

Se calcularon las medidas de tendencia central y de dispersión para las variables cuantitativas. Para las medidas cualitativas se calcularon porcentajes. El análisis inferencial se llevó a cabo calculando el Coeficiente de Correlación de Sperman test-retest, Análisis de varianza (ANOVA) uni- y multivariado, con determinación post-hoc de Tukey ,  Se calculó la consistencia interna del cuestionario  (AUQUEI) con el coeficiente de confiabilidad Alfa-Cronbach  para los 26 ítems que conforman el instrumento.  El análisis estadístico se realizo con un nivel de significancia de p= 0.05. Se utilizó el paquete estadístico SPPS versión 14.

Resultados

La muestra se conformó de 302 sujetos 223 niños (75%) y 79 niñas (25%) de entre 7 y 12 años, con  7.7 +  2.5   (Media  +  D.E.)  (Tabla 1).

Tabla 1
Distribución de la población por Sexo

poblacionporSexo

De este total 167 CTDA-H, distribuidos, en los subtipos clínicos: 94 (56%) niños del tipo Combinado, 30 (18%) Inatentos y 43 (26%) Hiperactivos-Impulsivos y 135 (45%) STDA (Tabla 2).

Tabla 2
Distribución de la población por subtipo clínico

poblacionporsubtipoclinico

En relación a los datos del AUQUEI se observo que el promedio de las puntuaciones de los niños con TDAH fue de 45.2y de los niños sin TDAH fue de 54.38 encima del punto de corte de 48,  lo que indica una mejor calidad de vida para los niños sin TDAH (Tabla 3).

Tabla 3
Distribución porcentual de la población por subtipo clínico y clasificación del cuestionario AUQUEI 

AUQUEI1

Se calculo la consistencia interna del cuestionario  (AUQUEI) con el coeficiente de confiabilidad Alfa-Cronbach  para los 26 ítems que conforman el instrumento obteniendo  (α: 0.86)  y se aplico  coeficiente de correlación de Spearman test-retest obteniéndose  (r= 0.84).

En relación a los factores que conforman el cuestionario: Vida familiar y relacional,  Ocio, Separación y  Rendimiento se observo una diferencia entre los niños CTDA y STDA  en el Factor Vida familiar (F= 3.2, gl 3.57 p= 0.05) y Rendimiento (F= 4.6, gl  3,57, p= 0.01) El analizas post-hoc de Tukey mostró diferencias entre el grupo STDA y TDA-C (Tabla 4).

Tabla 4
Distribución de la población por subtipo clínico y clasificación del cuestionario AUQUEI

AUQUEI2

Así mismo se observaron diferencias significativas en el cuestionario (CMAS-R)  (F= 6.1 gl 0.58; p=0.01, F= 5.8gl 0.58 p=0.01)  en el rubro de Ansiedad fisiológica; ( F= 7.6 gl 0.41 p=0.01) en el rubro Inquietud Hipersensibilidad, ( F= 6.4 gl 0.47, p=0.01, F= 6.2 gl 0.45 p=0.01,  F= 6.3 gl 0.46 p=0.01) en el rubro Preocupaciones Sociales y Concentración El análisis post-hoc muestra diferencias entre los grupos TDA-I, TDA-H y TDA-C (Tabla 5).

Tabla 5
Distribución de la población por subtipo clínico y clasificación del cuestionario CMAS-R

CMAS-R

Así mismo se encontraron correlaciones entre los rubros Factor de Vida Familiar e Inquietud /Hipersensibilidad, (rho = 0.63, p = 0.01). Vida Familiar y Preocupaciones Sociales/ Concentración (rho = 0.52, p = 0.01) así como entre Rendimientos E Inquietud/Hipersensibilidad (rho = 0.61, p = 0.01), y  entre Preocupaciones Sociales/Concentración y Rendimiento (rho = 0.58, p = 0.01). Específicamente en los niños con TDA-C (Tabla 6).

Tabla 6

Correlación entre los rubros del cuestionario Calidad de Vida y  la Escala de Ansiedad CMASR en los niños con TDA-C

TDA-C

Conclusiones    

Los niños con TDA-H pueden mostrar deficiencias en los factores Vida Familiar y Relacional y Rendimientos. Algunas características del niño como la desobediencia, la impulsividad y las fluctuaciones en su comportamiento repercuten en el bienestar emocional de la familia. En general, se observa que las familias necesitan la orientación oportuna y adecuada que les permita mejorar la relación con sus hijos que padecen TDA-H y de esta manera lograr una mejorar calidad de vida.

Discusión

Los resultados de este estudio nos muestran que el TDAH crea dificultades en los individuos  que lo padecen reportando una menor calidad de vida, siendo congruentes con el estudio de (Topplski, t., et al., 2004), en donde se encontró niveles menores de calidad de vida en los adolescentes con TDAH cuando se comparan con los adolescentes STDAH. Por lo se hace necesario incluir este aspecto en el tratamiento de los individuos con TDAH, mejorando las relaciones entre con sus padres y maestros, experimenten éxito en la escuela y en actividades en donde se sientan cómodos y les vaya bien. Así mismo, los resultados  reflejan que los casos de TDAH presentan alteración en dimensiones académicas, relacionales, familiares y clínicas. (López, V, et al 2004).

Referencias

De la Rosa, V. (1999). Trastorno por Déficit de Atención-Hiperactividad-Impulsividad (TDAH). Archivos de Investigación Pediátrica de México. Confederación Nacional de Pediatría de México. Vol. 2(6).

Fernández, A. (2007). Trastorno de hiperactividad y déficit de atención. Definición. Aspectos históricos. En: Fernández, A., Calleja, B. Trastorno por déficit de atención e hiperactividad. [En línea]. Consultado 20 de enero, 2008. En: http://www.educa.madrid.org/portal/planeducamadrid/pdf/maletin/anshda.pdf

Fernández, M., López, M. (2004). Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: ¡Al abordaje! Revista Pediatría de Atención Primaria; Vol. 6(23): 69-80.

Fletcher T, Klinger C. (1995). A Mexican perspective on learning disabilities. Journal Learning Disab; Vol.28: 530-534.

López-Villalobos A (2004) Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: comorbilidad con trastornos depresivos y de ansiedad.  Revista Psicotherma Vol. 16 No. 3, 402-407

Narbona, J. (2001). Alta prevalencia del TDAH: ¿niños trastornados o sociedad maltrecha? Revista de Neurología, Vol. 32, 229-231.

Narbona J, Sánchez R. (1999). Neurobiología del trastorno de la atención e hipercinesia en el niño. Revista de Neurología; Vol. 28 (Supl 2): 160-164.

Poblano A, Druet N, Kauffman B, Huipe H. Learning and attention deficit disorders in children (in Spanish). In Hernández OF, ArroyoCA, Peñaloza LY (eds). Communication disorders medicine. México: National Institute of Communication Disorders, 1994:213-238

Simone G. Barreire, Olcinei A., Oliveira, Wilma Kasama, Miako Kimura, Vera L.C.G. Santos. Quality of life of children with stomas: The Children and Mothers point of view. Journal de Pediatria (Rio J) 2003; 79 (1): 55-62

Topplski, T., et al., 2004 Quality of adolescent males with ADHD. Journal of Attention Disorders, 7, 163-173

Wechsler D. (1981a). Escala de Inteligencia para los Niveles Preescolar y Primario (WPPSI–ESPAÑOL). México: El Manual moderno.

Wechsler D. (1981b). Escala de Inteligencia Revisada para el Nivel Escolar (WISC-R). México: El Manual moderno.

Wilens T, Biederman J, Brown S, et al. (2002). Psychiatric comorbidity and functioning in clinically referred preschool children and school-age youths with ADHD. Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry ; Vol. 41: 262-268

Citar:

Zambrano, E., Martí­nez, J. A., del Rió, Y., Dehesa, M., Vázquez, F. & Zambrano, M. (2013, 13 de mayo). Calidad de vida y ansiedad manifiesta en una muestra de escolares con y sin trastornos de la atención. Revista PsicologiaCientifica.com, 15(6). Disponible en: https://psicologiacientifica.com/calidad-vida-ansiedad-manifiesta-escolares

1 comentario en «TDAH en niños: Impacto en la calidad de vida y niveles de ansiedad»

  1. La información es bastante buena, espero que la difundas un poco más. Ordénala y anúnciala en términos de resultados. Espero que sirva a muchos maestros y tutores pedagogos, porque el problema de atención que tiene los educandos en las escuelas es enorme y hasta incontrolable.

    Responder

Deja un comentario